Marco Bonilla, se la ha pasado diciendo que el terreno adquirido a la familia Cuesta cuenta con todos los estudios y todos los permisos de las autoridades medio ambientales, pero en realidad no es así.
La manifestación del Impacto Ambiental emitida por SEMARNAT donde se autoriza el desarrollo del proyecto en materia de impacto ambiental de manera condicionada señala que la resolución (a favor de Marco Cuesta ) es personal y que si se pretende transferir la titularidad, el contrato de transferencia de la propiedad debe incluir la obligación total o solidaria del cumplimiento de los términos y condicionantes establecidos en la resolución, situación que al parecer no se contempló en el contrato de compraventa.
Por lo que podría ser que esa autorización en este momento no tenga del todo validez ya que la autorización se emitió el mismo día que el contrato de compraventa (22 de marzo de 2023) e incluso se acusó de recibido posteriormente el día 24 de marzo.
El predio seleccionado para la instalación del nuevo relleno sanitario que se encuentra ubicado en la zona de Mápula, se encuentra sobre el Acuífero Villalba, el cual cubre una superficie aproximada de 1,908 km2, colinda al norte con el Acuífero Tabalaopa-Aldama, Chihuahua Sacramento y Aldama-San Diego, al oeste y sur con Alto Río San Pedro, al este con Meoqui-Delicias, abarca parcialmente los municipios de Chihuahua, Aquiles Serdán y Rosales.
Para la selección del predio no se consideraron ni consultaron a los más de 300 vecinos que integran la zona de impacto del proyecto, los cuales se dedican primordialmente a las actividades agrícolas y pecuarias, así como a los más de 200,000 feligreses que acuden año con año al templo de San Judas Tadeo.
En la zona existen más de 200 pozos subterráneos inscritos en el Registro Público de Derechos del Agua (REPDA) de la CONAGUA, que sustentan la actividad agrícola, pecuaria e industrial que se desarrolla en el área de impacto del proyecto.
La principal corriente superficial en el Acuífero Villalba es el Río San Pedro, con menor importancia se tiene la presencia de los arroyos San Rafael y Los Alamillos, además el Arroyo Bachimba que fluye desde el Municipio de Chihuahua, atraviesa la parte septentrional del acuífero y se interna al municipio de Julimes, en donde se une al Río Conchos.
La “NORMA Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003, que se refiere a especificaciones de protección ambiental para la selección del sitio, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias de un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial”, menciona que una de las restricciones para la ubicación del sitio que: no debe ubicarse en zonas de: marismas, manglares, esteros, pantanos, humedales, estuarios, planicies aluviales, fluviales, recarga de acuíferos, arqueológicas; ni sobre cavernas, fracturas o fallas geológicas.
De acuerdo con la Geología del acuífero, la secuencia estratigráfica regional a grandes rasgos se encuentra integrada por rocas sedimentarias de origen marino como las más antiguas, rocas conglomeráticas calcáreas, rocas volcánicas y como los más recientes depósitos granulares arenas, gravas y conglomerados polimícticos. En el área el valle de Mápula se encuentra ocupado por potentes espesores de unidades sedimentarias granulares que van entre los 40 a los 200 m, siendo una unidad permeable y porosa, debajo de esta unidad se encuentra la secuencia volcánica fracturada, todo esto constatado por los cortes litológicos y registros eléctricos realizados por los aprovechamientos subterráneos existentes en la zona.
Existe una gran preocupación por la posible contaminación del acuífero, ya que existen los arroyos Los Amoles, El Encino y La Boquilla, los cuales forman parte de un sinnúmero de corrientes superficiales que recargan el acuífero a través del agua de lluvia.
El patrón de drenaje es paralelo y en enrejado, lo que significa que la zona se encuentra gobernada por el aspecto estructural de fallas y fracturas ya que estos patrones de drenaje son típicos de zonas afectadas por tectonismo principalmente por la presencia de fallas, por lo que al haber fallas el agua de escurrimiento proveniente de la lluvia tiende a infiltrarse más rápido en los planos de falla introduciéndose al subsuelo.
Adicionalmente si hablamos de la contaminación atmosférica ocasionada por la operación de un relleno sanitario, encontramos que un relleno sanitario se comporta como un reactor bioquímico, con residuos y agua como entradas, y gases y lixiviado como principales salidas. Cualquier material biodegradable que sea dispuesto en un relleno, sufrirá el ataque de microorganismos hasta descomponerlo y producir gases que se emiten a la atmósfera.
Los gases emitidos en un relleno sanitario son: metano (CH4), dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO), hidrógeno (H2), sulfuro de hidrógeno (H2S), nitrógeno (N2) y oxígeno (O2), así como compuestos orgánicos no metanogénicos, los cuales pueden ser tóxicos y significar riesgos para la salud pública. Muchos de ellos clasifican dentro de los compuestos orgánicos volátiles (VOC), tales como la acetona, benceno, clorobenceno, cloroformo, diclorometano, bromuro de etileno, etilbenceno, tolueno, xileno y acetato de vinilo.
Por último, y por si fuera poco, en caso de un incendio en el relleno sanitario, el humo afectará las líneas de transmisión de la Planta CFE del Encino, poniendo en riesgo la transmisión de energía hacia la zona norte del Estado, así como el enlace de la zona noreste con el área noroeste del país.
Como podemos ver el nuevo Relleno Sanitario de Mápula esta lejos de ser medianamente aprobado en cuanto a las normas ambientales se refiere. Por todo esto seguramente es que el Municipio de Chihuahua a través del Comité de Transparencia intentaron ocultar toda la información relativa al Relleno Sanitario de Mápula.