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El padre de un tirador de una escuela de Michigan fue declarado culpable de homicidio involuntario este jueves, siendo esta la segunda condena contra los padres del adolescente, acusados de no asegurar un arma en casa y no abordar las señales agudas de su angustia mental.
La sentencia significa que James Crumbley se suma a Jennifer Crumbley como causante del asesinato de cuatro estudiantes en la escuela secundaria Oxford en 2021, incluso sin haber jalado el gatillo.
Ambos tuvieron juicios separados como los primeros padres en ser acusados en un tiroteo masivo en una escuela cometido por su hijo en Estados Unidos.
Jennifer Crumbley fue condenada por homicidio involuntario en febrero.
Los veredictos, uno por cada una de las cuatro víctimas, se leyeron alrededor de las 19:15 horas (hora local) al final de un día completo de deliberaciones.
James Crumbley escuchó el resultado a través de auriculares que usó durante todo el juicio debido a un problema auditivo. Sacudió la cabeza de lado a lado cuando el juez del jurado dijo “culpable”.
Familiares de algunos de los estudiantes asesinados lloraron en silencio y se tomaron de las manos en la segunda fila de la galería de la sala del tribunal.
Sé que este veredicto no los traerá de vuelta”, dijo la fiscal Karen McDonald, “pero espero que sirva como un ejemplo de la importancia de responsabilizar a quienes permiten la violencia armada”.
Los fiscales se centraron en dos temas clave en el juicio: la respuesta de los padres a un dibujo morboso en la tarea de matemáticas de Ethan Crumbley unas horas antes del tiroteo, y el acceso del adolescente a una pistola Sig Sauer 9 mm comprada por James Crumbley sólo cuatro días antes.
Ethan hizo un dibujo espantoso de una pistola y un hombre herido en una tarea de matemáticas y añadió frases perturbadoras: “Los pensamientos no se detienen. Ayúdenme. Mi vida es inútil”.
No obstante, James y Jennifer Crumbley decidieron no llevar a Ethan a casa después de una breve reunión en la escuela, y el personal no lo exigió.
Un consejero, preocupado por las ideaciones suicidas, les dijo que buscaran ayuda para el chico dentro de las 48 horas.
Ethan le dijo a Shawn Hopkins que estaba triste por la muerte de su perro y abuela. y por la pérdida de un amigo que se había mudado repentinamente. Dijo que el dibujo era simplemente apuntes para un videojuego y que no planeaba cometer violencia.
Ni él ni sus padres informaron a los funcionarios escolares sobre el arma que acababan de comprar, según los testimonios del juicio.
Hopkins había esperado que Ethan pasara el día con sus padres. Sin embargo, cuando eso se descartó, el consejero sintió que el chico probablemente estaría más seguro rodeado de otros en la escuela.
Más tarde, Ethan sacó la pistola Sig Sauer de su mochila y comenzó a disparar ese mismo día, matando a Justin Shilling, 17 años; Madisyn Baldwin, 17 años; Hana St. Juliana, 14 años; y Tate Myre, 16 años.
Nadie había revisado la mochila, aunque un administrador escolar bromeó sobre su peso.
James Crumbley no está siendo juzgado por lo que su hijo hizo”, dijo McDonald al jurado el miércoles. “James Crumbley está siendo juzgado por lo que [él mismo] hizo y por lo que no hizo. Él no recibe un pase porque alguien más jaló el gatillo”, dijo.
Hopkins le dijo al jurado que James Crumbley mostró empatía hacia su hijo durante la reunión sobre el dibujo, pero no tomó ninguna acción adicional.
Cuando James Crumbley se enteró del tiroteo, corrió a casa desde su trabajo en DoorDash y buscó la pistola.
Creo que mi hijo tomó la pistola”, dijo en una llamada frenética al 911.
Los investigadores encontraron un estuche de pistola vacío y una caja de municiones vacía en la cama de los padres. Un cable que podría haber asegurado la pistola aún estaba en un paquete, sin abrir.
Ethan le dijo a un juez, cuando se declaró culpable de asesinato y terrorismo, que la pistola no estaba asegurada cuando la metió en su mochila antes de ir a la escuela.
La abogada defensora, Mariell Lehman, intentó enfatizar que James Crumbley no consintió ningún acceso a armas por parte de su hijo.
Él no sabía que tenía que proteger a otros de su hijo”, dijo a los jurados. “No sabía que era razonablemente previsible que su hijo cometiera estos delitos. No tenía idea de lo que su hijo estaba planeando hacer”.
No hubo testimonios de expertos sobre la salud mental de Ethan y no se presentaron registros. Los abogados del chico dijeron antes del juicio que invocaría su derecho a permanecer en silencio si lo llamaban a declarar.
No obstante, el juez permitió que el jurado viera extractos del diario manuscrito del adolescente.
No tengo ayuda para mis problemas mentales y esto me está haciendo dispararle… a la escuela”, escribió Ethan. “Quiero ayuda pero mis padres no me escuchan, así que no puedo obtener ninguna ayuda”.
