Pa’ empezar, la influenza (gripe) y el COVID son enfermedades respiratorias contagiosas, peeeeeeero provocadas por diferentes virus.
Ya llevamos dos años de pandemia y sabemos que el COVID es una infección causada por un coronavirus, el SARS-CoV-2, que se detectó de manera oficial y por primera vez en China, en 2019. En cuanto a la influenza, es una infección causada por… el virus de la influenza.
Esta gripe afecta la nariz, garganta y los pulmones y puede ser un riesgo para niños pequeños, personas adultas mayores de 65 años y personas con comorbilidades —justo por esa razón se recomienda la vacunación de este grupo poblacional.
De la influenza sabemos que existen dos tipos de virus: A y B, que suelen transmitirse entre las personas, causando una epidemia de influenza estacional —lo que sucede todos los años entre otoño e invierno.
Los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) explican que el periodo de mayor actividad de la influenza suele ocurrir entre diciembre y febrero y puede extenderse hasta mayo.
Aunque con la pandemia de COVID, su duración e inicio se han vuelto “menos predecibles”.
Igual, de acuerdo con info de los CDC, los síntomas —de leves a graves— de COVID suelen aparecer entre los 2 y 14 días después de la exposición al virus. Estos son, partiendo de un caso de COVID clásico, porque ya saben que también con las variantes estos síntomas y su temporalidad varían:
Fiebre y escalofríos.
Tos.
Dificultad para respirar o sentir que te falta el aire.
Fatiga.
Dolores musculares y del cuerpo.
Dolor de cabeza.
Pérdida del olfato o el gusto.
Dolor de garganta.
Congestión o moqueo.
Náusea y diarrea.
El comienzo de los síntomas es repentino, con fiebre y escalofríos además de fatiga, dolor de cabeza, tos y dolor en el pecho.
En cuanto al resfriado, en el cuadro de acá arriba podemos ver que el comienzo de los síntomas es poco a poco. No hay fiebre y los escalofríos son poco comunes. Los estornudos, la nariz tapada y el dolor de garganta están presentes así como la tos o incomodidad en el pecho. Y del dolor de cabeza, pues es poco frecuente.
De todas maneras, en estos momentos de pandemia de COVID, lo mejor es no dejar a la suerte nuestra salud y si tenemos estos síntomas —de los tres tipos que ya les mencionamos—, la opción es acudir con el médico y aplicar a una prueba de detección, sobre todo para saber cómo tratarnos y mejorar.