La cifra de personas contagiadas ha crecido a nivel mundial en las últimas semanas ante la expansión de la variante Ómicron de mayor propagación, pero con efectos más reducidos respecto a Delta en personas vacunadas.
Aunque la vacunación ha demostrado ser una de las mejores armas para reducir la gravedad ante un contagio aún existen muchas dudas respecto a ellos. Por eso, a continuación te ofrecemos respuesta a preguntas comunes con soluciones dadas a conocer por la Organización Mundial de la Salud, OMS.
¿Sirven las vacunas actuales contra Ómicron?
Ha pasado más de un mes desde que la variante apareció. Los diversos laboratorios que cuentan con una vacuna contra el COVID19 han realizado estudios para determinar la funcionalidad de sus reactivos ante Ómicron con resultados diversos.
Estudios de entidades de salud de varios gobiernos como Estados Unidos o Reino Unido señalan que si bien no existe una vacuna que ofrezca una protección al 100 por ciento contra la variante predominante en este momento o desarrolla en específico para la misma, contar con el esquema de vacunación o un tercer refuerzo disminuye considerablemente los riesgos de una enfermedad grave.
Sin embargo, las vacunas no ofrecen una protección total por lo que se recomienda usar cubrebocas, mantener la sana distancia y el uso frecuente de gel antibacterial o lavado de manos para reducir el riesgo de contagio.
¿Si tuve COVID debo vacunarme y cuándo hacerlo?
La respuesta es sí y realizarlo en cuanto se ha superado el periodo de aislamiento y ya no se tienen síntomas de la enfermedad. Si bien haber tenido COVID genera anticuerpos o lo que se denomina inmunidad natural, el organismo mundial de la salud señala que hay un incremento significativo de defensas contra un segundo contagio si la persona se vacuna después de haberla padecido.
¿Desde que edad es recomendable vacunarse?
El organismo internacional establece que las vacunas son seguras para la mayoría de las personas mayores de 18 años, incluso para aquellas con enfermedades respiratorias como asma, hipertensión, diabetes, hepáticas y renales.
La OMS señala que vacunas como Pfizer y Moderna están autorizadas para aplicarse a menores de edad a partir de los 12 años.
En México se inició recién la vacunación para adolescentes de 15 a 17 años. Es importante consultes las fechas que corresponden en tu estado con las autoridades locales.
¿Cuánto dura la protección de las vacunas?
Esta es una pregunta común y con pocas respuestas. La misma OMS señala que no existe información contundente para establecer un periodo, pero si consideran que se logra una protección contra una posible gravedad de la enfermedad por al menos seis meses.
Estudios han demostrado que el porcentaje de protección se reduce con el paso del tiempo y también se ve alterado por factores como la edad u otras enfermedades, pero incluso bajo estos términos aún existe un importante rango de ayuda para minimizar los riesgos de hospitalización.
¿Es bueno vacunarse si se está embarazada, menstruando o lactando?
La respuesta para las tres preguntas es sí porque no existe un riesgo adverso. De hecho existe la posibilidad de que al lactar pueda transmitir algunos anticuerpos a su bebé, aunque esto aún requiere más estudios como especifica el organismo.
¿Con qué condiciones no debo vacunarme?
Existen pocas circunstancias que pueden impedir que alguien se vacune. Los principales factores para no hacerlo es que actualmente se padezca COVID19, que se presente fiebre mayor a 38.5 grados el día de la inyección o que tenga un historial de anafilaxia a cualquiera de los ingredientes de la vacuna.
¿Cuáles son los efectos secundarios?
Algunas personas pueden presentar reacciones una vez que sean vacunados dentro de las que se incluyen dolor del brazo donde fue aplicada la inyección, fiebre, cansancio, dolor de cabeza y muscular, diarrea o escalofríos.
Las personas no deben alarmarse ante esta situación. Si las reacciones se mantienen por más de 24 horas es necesario consultar al médico.
¿Puedo tomar alcohol si me vacuno?
La recomendación es no hacerlo porque estas bebidas podrían ayudar a que los efectos secundarios de la vacuna sean más intensos. Si bien no afectan a la protección que ofrece, sí puede llevar a una complicación con las reacciones posteriores.