La misión Artemis I de la NASA con destino la órbita lunar va cobrando forma ahora con el apilamiento del cohete SLS y la cápsula Orión.
La agencia espacial estadounidense NASA avanza con los planes de su misión Artemis I, con la que piensa llevar ‘impronta’ humana a la luna y para ello acaba de ensamblar la última sección del cohete que promete alcanzar el espacio el año próximo.
Así es que la NASA da cuenta en su web que el cohete de la misión Artemis I y nave espacial Orion ya está asegurado sobre el poderoso Space Launch System (SLS,del cual hablamos recientemente), y el sistema integrado está entrando en la fase final de preparativos para una próxima prueba de vuelo sin tripulación alrededor de la Luna.
La misión, conocida como Artemis I, allanará el camino para una futura prueba de vuelo con la tripulación antes de que la NASA establezca una cadencia regular de misiones más complejas con astronautas en y alrededor del satélite más cercano a la Tierra.
Con el apilamiento completo del cohete SLS y la cápsula Orión, solo una serie de pruebas integradas ahora se ubican entre el lanzamiento y su llegada al espacio profundo en febrero de 2022.
“Es difícil expresar con palabras lo que significa este hito, no solo para nosotros aquí en Exploration Ground Systems, sino para todas las personas increíblemente talentosas que han trabajado tan duro para ayudarnos a llegar a este punto”, dijo Mike Bolger, uno de los responsables técnicos de la misión.
“Nuestro equipo ha demostrado una tremenda dedicación en los preparativos para el lanzamiento de Artemis I. Si bien todavía queda mucho trabajo por hacer, con pruebas integradas continuas y el ensayo general real, ver el SLS completamente ‘armado’ es sin duda una recompensa para todos nosotros”.
El cohete en sí alcanza unos 100 metros de altura y eso da reminiscencia a las viejas naves de los primeros capítulos en la exploración del espacio.
Entre las pruebas que la NASA prevé desplegar para un satisfactorio lanzamiento, está el test de verificación de interfaz: donde verificarán la funcionalidad y la interoperabilidad de las interfases entre elementos y sistemas.
Los equipos llevarán a cabo esta prueba desde la sala de ‘despegue’ en el centro de control de lanzamiento y comenzarán encendiendo la cápsula Orion para cargar las baterías y realizar verificaciones de operatividad y estado de varios sistemas.
A continuación, los técnicos harán lo mismo para verificar las interfases entre la etapa central y los propulsores y los sistemas terrestres, para garantizar la funcionalidad de los diferentes sistemas, incluidos los motores de la etapa central y el control de empuje del propulsor.
Una prueba final integrada, con todos los mazos de cables instalados en todo el cohete y la nave espacial, verificará su capacidad para comunicarse entre sí y con los sistemas de control terrestre.
La prueba de ingeniería del programa es otro de los desafíos para los ingenieros donde se deberá garantizar la funcionalidad de una variedad de sistemas diferentes, para dar paso a la prueba de verificación de la interfaz para la etapa central y los impulsores.
El test de comunicaciones de extremo a extremo, es otra de las pruebas integradas de frecuencias de radio desde el control de la misión hasta SLS-Orion, todo para demostrar la capacidad para comunicarse con el suelo mediante una antena de radiofrecuencia y otra cerca de la plataforma que cubrirá los primeros segundos de lanzamiento, así como una antena más potente que utiliza el satélite de retransmisión de datos de seguimiento y la red de comunicación del espacio profundo.
Finalmente, la prueba de secuenciación de cuenta regresiva, donde se realizará un lanzamiento simulado para correr en circunstancias reales el software de lanzamiento en tierra, y las rutinas de verificación de la salud y el estado del vehículo, una vez colocado en la plataforma.
El día del lanzamiento, el secuenciador de lanzamiento terrestre mencionado, pasa al cohete SLS y la nave espacial, donde un sistema de lanzamiento automatizado se hará cargo del mismo unos 30 segundos antes del disparo de despegue.
En los próximos meses, los equipos de operaciones de la misión Artemis I también continuarán con simulaciones de lanzamiento adicionales para llevar al equipo a su ritmo, asegurando que estén listos para cualquier escenario el día del lanzamiento y siguientes.
La agencia aclaró que establecerá una fecha específica para el lanzamiento luego que los ensayos hayan sido considerados como satisfactorios.
De esta forma, Artemis I proporcionará una base operativa y de vuelo para la exploración humana del espacio profundo, en lo que será el primer vuelo con tripulación para la misión Artemis II.