Washington asegura que el servidor de correo de Microsoft figura entre los objetivos pirateados con el apoyo de Pekín.
EEUU, la Unión Europea y los países aliados de la OTAN han acusado a China de haber orquestado una campaña global de ciberataques. Los Veintisiete han reclamado a las autoridades chinas que den un paso adelante para investigar y responder ante estas actividades. En un comunicado, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en nombre de los Veintisiete ha señalado que la Unión Europea ha expuesto ataques que han afectado «significativamente» a la economía, seguridad y democracia en la Unión. «La UE y sus Estados miembros han evaluado que estas actividades maliciosas se han producido desde territorio de China», ha subrayado la nota.
Sin embargo, el bloque europeo evita señalar a las autoridades del gigante asiático y las atribuye a dos grupo de hackers que operan desde el territorio chino y se dedican al robo de propiedad intelectual y al espionaje. «Este comportamiento irresponsable y dañino provoca riesgos de seguridad y una pérdida económica significativa para nuestros gobiernos, instituciones y empresas privadas y ha mostrado los efectos sistémicos para la seguridad, economía y sociedad», ha explicado el bloque, aunque por el momento no fija un balance sobre el daño total infligido a sus instituciones e industrias.
Washington y sus aliados han acusado al gobierno chino de llevar a cabo operaciones de extorsión contra sus empresas, pero también de amenazar su seguridad, según un alto funcionario estadounidense. «Un grupo inédito de aliados y socios, incluyendo la Unión Europea, Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, la OTAN se unirán a Estados Unidos para exponer las actividades cibernéticas maliciosas del ministerio de Seguridad chino», declaró a la prensa bajo condición de anonimato.
Washington ofreció la semana pasada recompensas de hasta 10 millones de dólares por información sobre la identidad de piratas informáticos extranjeros con la esperanza de detener los ataques de ransomware. Los expertos estadounidenses creen que muchos de ellos se originaron en Rusia, aunque el grado de participación del Gobierno es objeto de debate. Moscú niega cualquier responsabilidad.