Los países del G7 han condenado los lanzamientos de misiles “sin precedentes” ordenados en los últimos días por el régimen de Corea del Norte y han avisado de que, en caso de que lleve a cabo un nuevo ensayo nuclear, habrá una respuesta “rápida, unida y contundente” por parte de la comunidad internacional.
Para estas potencias, los últimos lanzamientos de misiles balísticos demuestran los “continuos esfuerzos” de Corea del Norte para “expandir sus capacidades” militares y suponen una “violación flagrante” de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El G7, reunido en Alemania a nivel de ministros de Exteriores, ha reclamado de nuevo a Pyongyang que aparque su programa armamentístico y nuclear y ponga fin de manera “inmediata” a lo que consideran que es una “actividad desestabilizadora”. En su nota, ha recordado el misil balístico que de manera “imprudente” sobrevoló Japón el 4 de octubre.
“Instamos a Corea del Norte a cesar cualquier escalada e iniciar una diplomacia significativa sobre sus programas ilegales nuclear y balístico. Estamos comprometidos a trabajar con todos los socios relevantes para lograr una paz permanente en la península de Corea”, reza el comunicado difundido al término del encuentro.
En él, las potencias han lamentado también que el régimen de Kim Jong Un haya antepuesto su ambición armamentística “al bienestar de su propio pueblo”, en la medida en que se mantienen “enormemente preocupados” por la situación humanitaria que vive el hermético país asiático, del que apenas trascienden informaciones no oficiales.