3 mayo, 2024

¿Nos pondremos la cuarta dosis? No hay beneficios en menores de 60 sanos

¿Qué va a pasar con las vacunas mientras ómicron sea la variante predominante? España está siguiendo una estrategia de proteger con una cuarta dosis a los pacientes inmunodeprimidos. Y apuntaban a que podría ponerse a los adultos mayores y personal sanitario a los cinco meses de la tercera dosis.

Sin embargo, las autoridades sanitarias no lo habían confirmado, porque no había evidencias claras la efectividad de esa cuarta dosis como protectora. Y menos en los grupos más jóvenes y sanos.

Datos con cientos de miles de vacunados mayores confirman que la cuarta dosis protege un 70% más de covid grave

Esos datos han empezado a aparecer gracias a Israel, convertido prácticamente en el país de ensayo de las estrategias vacunales, ya que siempre ha ido unos cuantos meses por delante nuestro. Esos datos confirman que la estrategia de vacunar a los mayores y más vulnerables es acertada.

Por supuesto, las autoridades sanitarias ya tenían informaciones primarias de que esto era así. La diferencia es que los nuevos datos abarcan a varios cientos de miles de personas.

Protege a los mayores de 60 años
Según este estudio, que ha recogido datos de más de 1.250.000 personas mayores de 60 años, la cuarta dosis de la vacuna protege a este colectivo, que tiene un 70% menos de riesgo de sufrir una covid grave frente a los que solo han recibido tres dosis.

Esta protección se mantiene estable como mínimo durante las seis semanas posteriores a la dosis de refuerzo, que es hasta donde han seguido el análisis los investigadores. No se sabe cuánto tiempo después se conserva. A tenor de los análisis con las dosis previas, la eficacia de las vacunas empieza a bajar a los cuatro meses.

La Agencia Europea del Medicamento solo avala una cuarta dosis para mayores de 80 años

Y eso tampoco significa que la protección se pierda del todo. Como sabes, la inmunidad no desaparece de repente, sino que va disminuyendo progresivamente. Y tampoco se puede saber solo contando anticuerpos. Hay una inmunidad celular más difícil de cuantificar.

El estudio confirma que la cuarta dosis, como ocurrió con la tercera, no es muy eficaz para frenar los contagios. La variante ómicron ha seguido circulando entre la población israelí mayor de 60 años en niveles similares tuvieran o no dosis de refuerzo. En concreto la probabilidad de contraer la enfermedad bajó a la mitad, pero solo en el mes siguiente, y fue reduciéndose rápidamente las semanas siguientes.

Una guía para la estrategia española
En Israel se pone mayoritariamente la vacuna de Pfizer. No hacen combinaciones con otras vacunas. Por tanto, los resultados no se pueden extrapolar directamente a la población española, donde sí ha habido combinación (pauta heteróloga) en muchos casos.

Hay ensayos que destacan que la combinación de vacunas, en especial el poner Moderna después de Pfizer, aumenta de manera significativa el número de anticuerpos específicos contra el coronavirus.

No obstante, es más que probable que este estudio sirva para que España y los otros países occidentales donde se ha puesto principalmente vacunas de Pfizer y Moderna planteen su estrategia vacunal en los próximos meses.

“Son datos para considerar una cuarta dosis en personas mayores de 60 años”, ha admitido el doctor Antoni Trilla, epidemiólogo del Hospital Clinic de Barcelona. Sin embargo, la Agencia Europea del Medicamento ha dicho, en un comunicado, que con los datos actuales avala poner la dosis de refuerzo solo en los mayores de 80 años.

Dudas sobre vacunar a adultos jóvenes sanos
El estudio no ha contabilizado la vacunación de la población menor de 60 años, porque no se han puesto la cuarta dosis. Hay otro estudio previo también israelí, de marzo, en que se analizó la cuarta vacuna entre el personal sanitario jóvenes. Es un estudio más pequeño, que solo analizaron los resultados de 274 voluntarios, pero con datos evidentes: la cuarta dosis incrementaba los niveles de anticuerpos pero poco y tampoco evitaba la infección entre jóvenes.

Entre los grupos jóvenes, la cuarta dosis no obtuvo un nivel significativamente mayor de anticuerpos

Frente a un grupo de control que no se puso la cuarta dosis, los que sí lo hicieron solo tuvieron un 30% menos de contagios. Además, entre los contagiados, la cantidad de virus fue los suficientemente alta, incluso entre los casos asintomáticos, como para poder contagiar a otros.

Según los autores de este estudio, los niveles máximos de activación del sistema inmune se consiguen con la tercera dosis: “Nuestros datos evidencian que no hay diferencias sustanciales en la respuesta inmune entre la tercera y la cuarta dosis”.

Su conclusión es que “una cuarta dosis entre los trabajadores jóvenes sanos solo proporciona beneficios marginales”.

¿Nos vacunaremos más adelante?
Por tanto, de momento no tiene sentido seguir vacunando a los menores de 60, mientras no baje los niveles de inmunidad. Y cuando ocurra habrá que ver qué situación pandémica tenemos. Si seguirá la misma variante o no. Factores que aún son una incógnita.

No podemos compararnos con otros países. Por ejemplo, con China, que ahora sube de manera alarmante, porque los niveles de vacunación y la inmunidad de grupo son muy distintos.

“No creo que vaya a ponerse una cuarta dosis de manera generalizada en los próximas meses, pero en otoño sí es probable que al menos a las personas mayores sí se les aconseje que se la pongan”, ha opinado el doctor Trilla.

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