Aunque no lo creas, las verrugas en el cuello pueden indicar problemas de salud que nadie debería ignorar. Descubre por qué aparecen estas antestéticas lesiones cutáneas y qué hacer si persisten o hasta encuentras más.
Las verrugas son pequeños abultamientos benignos que suelen tener una textura áspera al tacto. En algunos casos, presentan un patrón de puntos negros, que son en realidad pequeños vasos sanguíneos de sangre coagulada. Aunque aparecen en cualquier parte del cuerpo, llaman más la atención cuando están en el cuello.
Estas desagradables protuberancias tienden a aparecer a causa de un origen vírico. De acuerdo con especialistas del Instituto Médico Mayo Clinic, están relacionadas con el virus del papiloma humano (VPH). Sin embargo, las verrugas que salen en el cuello no siempre son contagiosas.
Los especialistas describen que existe una predisposición genética que puede causar verrugas en el cuello, ya sea por factores genéticos, cambios hormonales, sobrepeso e incluso problemas de insulina, sobre todo si se acompañan de manchas oscuras.
Las verrugas filiformes o acrocordones suelen apoderarse del cuello, se caracterizan por ser delgadas y están unidas a la piel por un estrecho pedículo. Entre las siguientes señales:
- Aparecen en pequeñas agrupaciones
- Poseen un tono de color carne o parduzco
- Aparecen en pliegues, como el cuello, axilas, ingles o en los párpados.
Aunque algunas verrugas en el cuello pueden desaparecer por sí solas, si persisten puedes optar por algunos tratamientos en vez de recurrir a remedios caseros que lo único que harán es lastimar tu piel sin solucionar el problema.
- Ácido Salicílico: este tratamiento ablanda a las verrugas para que se desprendan sin dejar marcas en la piel.
- Crioterapia: consiste en la aplicación de un líquido para congelar el tejido de la verruga, facilitando su eliminación.
Ahora ya lo sabes, no dudes en seguir nuestras recomendaciones y olvídate de las verrugas en el cuello sin lastimarte.