Al argumentar que ha habido gobiernos divididos en los que sí se han logrado consensos, el ex presidente del INE, Lorenzo Córdova, calificó de “incapaces” al gobernador Samuel García Sepúlveda y a los diputados locales de oposición del PRI y PAN al tener paralizado a Nuevo León ante la falta de acuerdos.
Al respecto, Córdova consideró que no es una justificación el que haya gobiernos divididos para que no haya acuerdos, si no más bien es responsabilidad de los actores políticos en las entidades federativas el mostrar la voluntad para ponerse de acuerdo.
“Nadie ha dicho que los gobiernos divididos generen más gobernabilidad, al contrario, todos los que han criticado a los gobiernos divididos precisamente lo han hecho porque se dice que no genera gobernabilidad”.
“Si hoy en Nuevo León existe una parálisis, no es un problema de los gobiernos divididos, sino un problema de la incapacidad de los actores políticos entiéndase el Ejecutivo y quienes integran el Legislativo, de ponerse de acuerdo”.
“El problema no son los gobiernos divididos, el problema es el gobernador, por un lado, que como lo dijo la Corte, pretendió irse quedándose con el control de quien lo iba a suceder; y por el otro lado, de una oposición que, lejos de abrir y tender puentes, por cierto, una oposición que también es agraviada pues te la pasas descalificando al Congreso, después no puedes pedir que el Congreso te ayude; y por el otro lado una oposición que ha sido reactiva a eso y sabiéndose mayoría en su conjunto pues dice ¡A ver cómo le haces!”, indicó.
Además, el ex Consejero Electoral agregó que estas elecciones servirán precisamente para definir quién está bien y quién está mal en el pleito que prevalece en Nuevo León.
“Creo que los neoloneses tienen una enorme oportunidad de, con su voto, en este diferente poder decir quién está bien o quién está mal. Si en la próxima legislatura le dan una mayoría al partido gobernante, pues está claro que hay una intención de resolver los problemas dejando que gobierne”.
“Y si se refrenda la mayoría, pues perdón, tengo una buena y una mala noticia, la buena es lo que decidió el pueblo de Nuevo León, la mala es que el gobernador va a tener que gobernar el último trienio de su mandato con una mayoría adversa, y ojalá y se pongan de acuerdo”, concluyó.