REPORTERO2 
Una auténtica burla para la Comunidad Universitaria fue el comunicado de prensa emitido en su página de Facebook dirigido a los padres de familia de la comunidad universitaria por parte del Rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Rivera.
Tal pareciera que la UACH no cuenta con profesionales en el área de comunicación social o de plano cedieron ante un berrinche del primo de la gobernadora Maru Campos, Luis Rivera. Quien, sintiéndose con los casi dos mil alumnos que se ampararon contra el pago de la colegiatura, emitieron un comunicado acusando a los estudiantes, mayores de edad y en uso de su derecho, porque se ampararon.
Resulta ser que el comunicado fue colgado en la página de Facebook, el cual fue tumbado de la página 18 minutos después, a deberse a los miles de comentarios de apoyo que recibió Luis Rivera, y nótese el sarcasmo. Pues los comentarios eran en total desaprobación por el comunicado y la nula cortesía del rector Luis Rivera al dirigirse a las y los estudiantes, a quienes, por cierto, trata de demeritar y hacerse pasar por víctima en comentarios en medios de comunicación.
Por cierto, los dictámenes con los que ya cuentan los alumnos, con los que se les otorga su suspensión, pueden leerse lo siguiente:
“En el entendido de que es la autoridad responsable quien deberá realizar las gestiones correspondientes para la exención del pago de inscripción a efecto de garantizar el derecho de acceso a la educación de la parte quejosa; lo anterior, toda vez que el cumplimiento de la medida suspensional no se encuentra condicionado al trámite administrativo que alude la autoridad responsable (Universidad Autónoma de Chihuahua), por lo que la institución educativa deberá tomar las medidas pertinentes a efecto de garantizar dicho derecho.”
Asimismo, con referencia al artículo 262 de la Ley de Amparo, dicho documento establece las sanciones a las que se haría cargo Luis Rivera de continuar con la negativa de darles acceso a las aulas y sus clases como es debido a los estudiantes amparados.
“Se impondrá pena de tres a nueve años de prisión, multa de cincuenta a quinientos días, destitución e inhabilitación de tres a nueve años para desempeñar otro cargo, empleo o comisión públicos.”
Es esta la verdadera razón por la que el rector Luis Rivera tiene atorados a los alumnos amparados y busca la manera de amedrentarlos por mensajes y llamadas en las que se les exige el pago de la inscripción, pues seguramente ya no le alcanza para seguir despilfarrando el dinero en vuelos.
