El ejército ucraniano intenta combinar las operaciones ofensivas con las defensivas ante el empuje ruso en varios sectores del frente, pero afronta un futuro incierto tras constatar que la contraofensiva lanzada hace seis meses no ha producido los resultados esperados. Además, la Casa Blanca ha advertido que el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, puede ganar si se agota la ayuda a Ucrania.
Hace medio año las tropas ucranianas asesoradas por Estados Unidos iniciaron en el sur su mayor ofensiva desde el inicio de la guerra con el fin de llegar al mar de Azov, pero dicha operación no pudo cambiar la suerte de la contienda.
Mientras, las fuerzas rusas han recuperado claramente la iniciativa desde octubre y estrechan el cerco en torno al bastión de Avdivka, en el corazón del Donbás y también en Kúpiansk, en el noreste.
La falta de resultados ya ha creado fricciones entre la presidencia y los generales, tensiones que ya han llegado a oídos del pueblo y, lo que es más importante, de Occidente, incapaz de satisfacer las necesidades de armamento, munición y aviones de Kiev.
Mientras, la directora de presupuesto de la Casa Blanca, Shalanda Young, declaró que “nos hemos quedado sin dinero y casi sin tiempo”, en una contundente carta al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que refleja la creciente frustración del presidente Joe Biden ante el estancamiento en el Congreso.
Biden pidió al Congreso en octubre un paquete de seguridad nacional de 106 mil millones de dólares que incluía ayuda militar para Ucrania e Israel, pero el asunto ha generado divisiones en el Capitolio. “No hay un fondo mágico de financiación disponible para hacer frente a este momento”, escribió Young. “Este no es un problema del año que viene. El momento de ayudar a una Ucrania democrática a luchar contra la agresión rusa es ahora mismo. Es hora de que el Congreso actúe”, subrayó. “Quiero ser clara: sin acción del Congreso, para fin de año nos quedaremos sin recursos para adquirir más armas y equipos para Ucrania”, escribió.
Aunque nadie quiera reconocerlo públicamente en Kiev, la contraofensiva ucraniana parece haber encallado definitivamente con la llegada del invierno. Nada más se cumplieron los seis meses, el periódico The Washington Post hizo un balance y la conclusión no puede ser más negativa para los planes del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Aunque las tropas ucranianas avanzaron casi 20 kilómetros entre campos minados, liberaron varias localidades y recuperaron más de 500 kilómetros cuadrados, la operación ha sido considerada fallida.