Más de 140,000 inmigrantes indocumentados, la mayoría de ellos afganos, han regresado a su país de origen, gobernado por los talibanes, informaron los miércoles responsables paquistaníes, horas antes de que expirara el plazo para expulsar a quienes viven irregularmente en el país.
Pakistán ha afirmado que iniciará el jueves una operación para reunir y expulsar a estas personas, tras haber fijado en octubre el plazo para empezar a expulsar a todos los inmigrantes indocumentados, entre ellos cientos de miles de afganos.
Un alto responsable de la provincia noroccidental de Jaiber Pastunjuá, fronteriza con Afganistán, dijo que unos 104.000 ciudadanos afganos habían salido por el principal paso fronterizo de Torkham durante las dos últimas semanas.
“Algunos de ellos llevan más de 30 años viviendo en Pakistán sin ninguna prueba de registro”, dijo Nasir Khan, subcomisario de la zona.
Un número aún indeterminado también ha salido por el paso fronterizo de Chaman, en la provincia suroccidental de Baluchistán.
Sin embargo, el Ministerio del Interior pakistaní elevó la cifra, diciendo que 140.322 de los que habían permanecido ilegalmente se habían marchado.
“Se ha iniciado un proceso para detener a los extranjeros (…) y deportarlos antes del 1 de noviembre”, dijo en un comunicado, al tiempo que añadía que se seguiría fomentando el retorno voluntario.
De los más de 4 millones de afganos que viven en Pakistán, el Gobierno calcula que 1,7 millones son indocumentados.
Muchos huyeron de Afganistán durante sus décadas de conflicto interno desde finales de la década de 1970, mientras que la toma del poder por los talibanes tras la retirada de Estados Unidos en 2021 provocó otro éxodo.
Pero Pakistán ha adoptado una postura de línea dura, diciendo que los nacionales afganos han estado detrás de ataques militantes, contrabando y otros delitos en la nación del sur de Asia.
Kabul ha rechazado las acusaciones y grupos de derechos humanos han protestado pidiendo a Pakistán que reconsidere su postura.