La Opinión de Miguel Valdez Aguirre. . . La Secretaría de Hacienda del Gobierno del Estado de Chihuahua sufre casi hasta el llanto por la reducción del presupuesto. Entre lágrimas y lamentos que repiten todos los medios, lanza declaraciones con el cuento de que el presidente Andrés Manuel López Obrador odia a Chihuahua y mocha, corta, reduce, recorta y recorta y recorta su presupuesto casi todos los días. No deja ni para vivir decentemente. Es un cuento de terror.
En ese cuento del gobierno del Estado de Chihuahua, México vive en ruinas, pues no se recaban impuestos, la gente no tiene confianza en el presidente y no hay dinero para ayudar a quien deveras lo merece. Estamos en bancarrota porque se construyen obras que no se necesitan, ni se usan, ni sirven. Además, el poquito dinero que hay el gobierno federal se lo da a los gobiernos estatales de su partido. Y como ganaron muchos estados, ya ni alcanza para nadie.
Según este cuento, era mejor el tiempo en que los pobres pagaban las deudas de los ricos, cuando los gobernantes y los malandros eran lo mismo, cuando el gobierno era solo para que los ricos hicieran negocios y cuando todo se arreglaba a balazos, nada de abrazos.
Algunos, fuera de ese cuento que ellos inventan, le dicen al gobierno de Chihuahua que estamos mejor que antes. No quieren oír. Prefieren secuestrar los libros de texto buenos y ofrecer unos cuadernillos chafas, reclamar que no hay medicinas, que las carreteras están en pésimas condiciones y que el gobierno federal no les da un peso más de lo que legalmente le toca al estado, de acuerdo a la constitución, leyes y acuerdos fiscales que ellos mismos votaron y a lo que todos estamos obligados