Por motivo de intolerancia religiosa, Gilberto Díaz Pérez, pastor de la Iglesia Presbiteriana en los Altos de Chiapas, fue retenido por habitantes católicos tradicionales del Ejido Berlín, que está en el municipio de Simojovel. Estos pobladores amenazaron con prender fuego a Gilberto Díaz si no paga una multa económica.
Este incidente tuvo lugar el 20 de agosto, y hoy se cumplen cinco días desde que fue retenido. Esta situación está causando preocupación, ya que no se tiene información sobre su estado de salud. A pesar de que se presentó la denuncia correspondiente, las autoridades demostraron falta de interés en este caso, según lo mencionado por el presidente de la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, Julián Hernández Moreno.
“Nos preocupa la falta de interés de los diferentes órdenes de gobierno y de las instituciones para solucionar la problemática conforme al estado de derecho y hacer válido los derechos humanos”, señaló.
De acuerdo con el religioso, el pastor Díaz Pérez no cometió ningún delito que merezca una sanción administrativa o económica. Simplemente se le señala por ejercer su derecho a la libertad religiosa.
“La primera sanción es que firme, que no vuelve a entrar a esa comunidad, pero cómo si es su ejido, ahí está su familia, ahí están sus amigos ¿lo van a expulsar? Al momento de forma automáticamente se entiende eso, segundo, lo que exigen es que se pague una multa, una cantidad, habían dicho que fueran seis mil pesos, después 12 mil pesos, ahora no sabemos con qué cantidad cumplir”, puntualizó.
Cabe destacar que, además de los problemas sociales y la violencia perpetrada por grupos del crimen organizado, la intolerancia religiosa también figura entre los factores que causan el desplazamiento forzado de más de diez personas, principalmente en las áreas vulnerables de Chiapas.