A comienzos de agosto, el canal de Panamá, por el que transita el 6% del comercio marítimo mundial, anunció que las bajas precipitaciones, que según los meteorólogos fueron exacerbadas por El Niño, obligaron a los operadores a restringir el tráfico por temores de sequía, lo que podría bajar los ingresos en 200 millones de dólares. La Autoridad del Canal de Panamá ha reducido los pesos máximos de los barcos y los cruces diarios en un intento por conservar el agua.
Expertos en transporte marítimo temen que tales eventos puedan convertirse en la nueva normalidad, ya que los déficits de lluvia en el quinto país más húmedo del mundo ponen de relieve los riesgos climáticos que afectan a la industria del transporte marítimo que mueve el 80% del comercio mundial.
Un estudio publicado en la revista Science en mayo calculó que en el pasado los fenómenos El Niño han costado a la economía mundial más de 4 billones de dólares en los años posteriores. Los impactos de El Niño y el calentamiento climático deben ‘provocar 84 billones de dólares de pérdidas económicas en el siglo XXI’, según este estudio.