El gobernador Javier Corral y sus colegas mandatarios estatales que integran la Alianza Federalista, solicitaron al Gobierno Federal que el esquema de vacunación anti COVID-19 a nivel nacional quede en manos del Sector Salud, pues son ellos quienes tienen décadas de experiencia en la materia.
“Exigimos que la vacunación no quede en manos de los Siervos de la Nación”, resumió el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, al concluir la primera reunión plenaria de este organismo en 2021, realizada en Saltillo Coahuila.
La Alianza solicitó que de inmediato se convoque al Consejo Nacional de Vacunación para hacer una revisión del esquema y criterios de la aplicación de la vacuna.
El gobernador anfitrión, Miguel Ángel Riquelme Solís, al leer el posicionamiento conjunto de la Alianza, cuestionó que por primera vez una estrategia de vacunación tenga un líder diferente al sistema público de salud, que se deje en manos de inexpertos y se utilice al personal médico solamente como mano de obra para una
tarea vital.
“Que los Siervos de la Nación coordinen una brigada y tomen decisiones de prelación y ubicación pone en riesgo a las personas, porque no tienen conocimiento de la situación de la epidemia de cada entidad, ni el perfil epidemiológico de la población ni la red de servicios de salud. Esto puede generar confusión o miedos infundados sobre la naturaleza de la vacuna”, expresó.
Además del gobernador de Chihuahua y del anfitrión, asistieron los mandatarios de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca; Colima, Ignacio Peralta; Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez; Michoacán, Silvano Aureoles; Durango, José Rosas Aispuro y de Jalisco, Enrique Alfaro. Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León, no asistió porque atendió en su estado la gira del presidente López Obrador, aunque envió representante.
La Alianza Federalista consideró tardío el anuncio del presidente López Obrador para que las entidades puedan adquirir las vacunas, pero acordó que se le tomará la palabra y se conformarán comisiones con la Iniciativa Privada en cada uno de los estados, para integrar bolsas que permitan su adquisición, previo análisis del marco legal y de la disposición en el mercado.
El gobernador Miguel Ángel Riquelme señaló que es alarmante que las definiciones de dónde y a quién vacunar no se dejen a los gobiernos de los estados, como parte de las decisiones homologadas con el Consejo Nacional de Vacunación.
“Es indispensable que sea el personal de salud de los estados quienes estén al frente de la jornada de vacunación. Ellos son quienes desde hace décadas han organizado, planeado y vacunado a millones de mexicanos, lo que les ha dado una experiencia invaluable, son personas de las regiones con profundo conocimiento de ellas y se han ganado la confianza y reconocimiento de la población y de las autoridades de todos los órdenes de Gobierno”, explicó.
Dijo que a los miembros de la Alianza Federalista les preocupa que el Plan Federal de Vacunación no tiene una visión de salud pública integral que permita continuar con las medidas de mitigación y contención de contagios en el país, en la cual se considere a grupos prioritarios.
El gobernador de Coahuila puntualizó que otra de las preocupaciones de los mandatarios es que este plan no se haya presentado ante el Consejo Nacional de Salubridad General y sometido a la opinión del Consejo Nacional de Vacunación, ambos organismos conformados por expertos y responsables por ley en la materia.
“La idea de empezar con las rancherías más alejadas obedece más a una ocurrencia que al criterio epidemiológico. Los datos muestran que el mayor número de contagios sucede en zonas urbanas con zonas de marginación, pacientes crónicos y adultos mayores, se olvida entonces que en este momento el objetivo es mitigar el contagio o la inmunidad en grupos prioritarios de las zonas de mayor contagio”, afirmó el gobernador coahuilense.
A continuación se comparte el posicionamiento íntegro leído por el gobernador de Coahuila y titulado “Una vacuna para todos, en coordinación con los Estados.”
1.- Es necesario revisar el Plan Nacional de Vacunación, bajo criterios técnicos y no políticos.
Este año, uno de los mayores retos del país, es implementar un plan de vacunación contra el COVID-19, basado en un análisis objetivo de la epidemia en México.
La escasez mundial nos obliga a que las vacunas que el Gobierno Federal está adquiriendo con el dinero de los mexicanos, se apliquen con la máxima seguridad, transparencia, eficacia y cobertura.
En primer lugar, preocupa que “El Plan Federal de Vacunación” no tenga una visión de Salud Pública integral, que permita continuar con las medidas de mitigación y contención de la epidemia en el país, considerando a grupos prioritarios.
Preocupa que tampoco haya sido presentado ante el Consejo Nacional de Salubridad General, y sometido a la opinión del Consejo Nacional de Vacunación. Ambos organismos concentran a los expertos y responsables, por ley, de esta materia.
La planificación de cuántas vacunas son distribuidas para cada Estado, hasta ahora sólo el personal de salud, no responde a la necesidad verdadera de cada Entidad, desde el primer nivel de atención, hasta en las áreas administrativas que siguieron prestando un servicio esencial para la comunidad.
La logística del arribo y notificación del día de llegada de la vacuna, representa un alto riesgo para la seguridad del biológico, ya que no se notifica al área de salud, sino que la información llega a través de terceros.
Además, la temperatura y el tiempo de aplicación para este biológico, requiere precisión, porque de modo contrario se pone en riesgo su eficacia, si no se asegura el traslado adecuado y el resguardo en la red de frío.
No se ha presentado, hasta ahora, la logística de la Federación para asegurar que estas condiciones técnicas necesarias, se cumplan en todo el país.
No hay certeza de que llegue, la segunda dosis a las personas que ya fueron vacunadas en los estados, dentro de los tiempos definidos por los expertos internacionales en salud. Hasta ahora nadie conoce un calendario de entrega y muchas de las fechas y dosis necesarias para completar esquemas están en riesgo de no cumplirse.
La idea de comenzar con las rancherías más alejadas obedece más a una “corazonada” u “ocurrencia” que al criterio epidemiológico.
Los datos muestran que el mayor número de contagios sucede en zonas urbanas con zonas de marginación, pacientes crónicos y adultos mayores, se olvida entonces que en este momento el objetivo es mitigar el contagio a través de inmunidad en grupos prioritarios de las zonas de mayor contagio.
Es la primera vez que una estrategia de vacunación tiene un líder diferente al Sistema Público de Salud, es la primera vez que se deja en manos de inexpertos, y se utiliza a los médicos y enfermeros solo como mano de obra para una tarea que nosotros consideramos vital.
Que los “Siervos de la Nación”, coordinen una brigada y tomen decisiones de prelación y ubicación, ponen en riesgo a las personas, porque no tienen conocimiento de la situación de la epidemia de cada entidad, no conocen el perfil epidemiológico de la población, ni la red de servicios de salud. Esto puede generar confusión, teorías, o miedos infundados sobre la naturaleza de la vacuna.
Por lo anterior, alarma que las decisiones de dónde y a quién vacunar no se dejen al estado, como parte de las decisiones homologadas con el Consejo Nacional de Vacunación. Es indispensable que sea el personal de salud de los estados quienes estén al frente de la jornada de vacunación; ellos son quienes, desde hace décadas, han organizado, planeado y vacunado a millones de mexicanos, lo que les ha dado una experiencia invaluable.
Ellas y ellos han vacunado a hombres, mujeres, personas de todas las edades y saben por dónde y cómo moverse, son personas de las regiones con profundo conocimiento de ellas; se han ganado la confianza y reconocimiento de la población y las autoridades de todos los niveles.
Por ello esperamos que de inmediato se convoque al Consejo Nacional de Vacunación para hacer una revisión del mismo, es decir, al Plan Integral de Vacunación.
2.- Ante el anuncio del Presidente de la República, para que el sector privado y los Estados puedan adquirir las vacunas, le tomamos la palabra y confiamos en que sea cierto.
Si bien el día de hoy 22 de enero, el presidente ha mencionado que se autoriza la compra de las vacunas por los gobiernos locales y particulares, se debe de tener en cuenta que la misma es una vacuna de emergencia y por lo tanto, para poder adquirirla en los mercados internacionales, habría que revisar primero los protocolos y normas sanitarias internacionales en la materia.
Adicionalmente hay que entender que la producción mundial de las vacunas, cuenta con contratos de compras desde hace meses, que hace difícil encontrar disponibilidad de la misma en los laboratorios que la producen. Por ello, aunque consideramos que el anuncio del día de hoy es tardío y engañoso, haremos un esfuerzo para lograr fortalecer desde lo local la Estrategia Nacional de Vacunación.
Los gobiernos de la Alianza nos comprometemos a formar comisiones estatales de la mano de la Iniciativa Privada, a fin de reunirnos a la brevedad con el Gobierno de la República, para conocer los procedimientos y protocolos de adquisición e importación de la vacuna, esperando que el compromiso del Gobierno Federal, sea verdaderamente de facilitador en la adquisición de las mismas.