“El cielo es el límite”, fue la respuesta que recibió Sebastián Delmont, director del Programa Espacial de Platzi, cuando preguntó cuáles eran las limitantes para crear un nuevo curso educativo en la plataforma. Para sorpresa de todos, se decidió a lanzar un satélite al espacio.
En entrevista con El Sol de México, Juan Pablo Rojas Parra, Jefe de Producto y Crecimiento de Platzi, explica que esta oportunidad se convirtió en un sueño para todo el equipo, ya que les permitió adentrarse en la industria aeroespacial y posicionar a América Latina como un actor relevante en la toma de decisiones en este campo.
“Además de cumplir un sueño, lo que queríamos hacer era darle la oportunidad a cualquier persona en Latinoamérica de aprender cómo se hace este proceso y luego cómo comunicarse con un satélite real en órbita”, dice Rojas Parra.
En colaboración con Space X, compañía del magnate Elon Musk que ha lanzado cohetes de manera comercial al espacio, Platzi lanzó el 12 junio en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, California, el primer satélite dedicado a la educación para América Latina.
“En los últimos años, hemos visto un desarrollo en la industria espacial muy acelerado, donde ya existen casos de latinos en la industria, pero son contados, entonces empezamos este desarrollo para educar a más personas sobre el espacio y no quedarnos fuera de esta nueva carrera espacial”, señala.
El satélite se nombró PlatziSat-1 y la misión para que llegara al espacio se conoce como Space Program, el cual busca mostrar a las personas todo lo relacionado en cómo hacer un satélite y mandarlo al espacio.
“Todos en Platzi somos amantes de la tecnología y siempre estamos viendo que es lo sigue para la plataforma, entonces vimos que en un futuro más empresas buscarán perfiles profesionales enfocados a la tecnología espacial, por lo que este satélite ayudará a crecer un ecosistema del tema espacial en Latinoamérica”, explica Rojas Parra.
De acuerdo con información de la Secretaría de Economía, la industria aeroespacial engloba el diseño, la investigación, el desarrollo y la manufactura de vehículos aéreos, así como su cadena de suministro y los correspondientes servicios de mantenimiento, reparación y rehabilitación.
En 2020, las exportaciones en este sector fueron por dos mil 304 millones de dólares.
Los principales países de destino fueron: Estados Unidos con 74.6 por ciento, Francia con 9.7 por ciento y Alemania con 3.8 por ciento.
Mientras que las importaciones del sector fueron por un total de cinco mil 773 millones de dólares y los principales países de origen fueron: Estados Unidos con 80.9 por ciento, Francia en 10.7 por ciento y Bélgica con 2.4 por ciento.
Los estados con mayor producción bruta en la industria aeroespacial son Chihuahua y Querétaro.
Para Platzi, la tecnología que brinda la industria aeroespacial es muy importante hoy en día, pues áreas como la agricultura, la ganadería, la infraestructura e industria, la energía, el transporte, la acuicultura y la seguridad y el blockchain ya dependen y trabajan con esta tecnología.
Además, la compañía educativa señala que los beneficios de estudiar el espacio podrían derivar en la mejora de las telecomunicaciones, mapeos geoespaciales que eviten desastres naturales, así como a combatir el calentamiento global.
“La tecnología derivada de la industria aeroespacial ya se usa para potenciar y mejorar procesos de varios países, por lo que es más importante que los países de Latinoamérica puedan escalar sus conocimientos con el resto del mundo”, explica Rojas Parra.
Según el estudio “Espacio: invertir en la última frontera” de Morgan Stanley, empresa de servicios financieros estadounidense, esperan que la inversión en el espacio impacte a varias industrias como la de defensa y los sectores de telecomunicaciones.
Morgan Stanley estima que la industria espacial global podría generar ingresos de más de un billón de dólares en 2040, en comparación con los 350 mil millones actuales y con inversiones cada vez más frecuentes.
El PlatziSat-1 fue el resultado de una colaboración entre Platzi y FOSSA Systems, una startup española que ayudó con el lanzamiento y creación del satélite.
Rojas Parra comenta que desde el inicio de este proyecto descubrieron datos curiosos sobre el espacio y lo que se requiere para llegar allá. Por ejemplo, explicó porqué los trajes y naves espaciales suelen ser de color blanco.
“Aprendimos mucho sobre el espacio. Todas las cosas en el espacio están pintadas de blanco por una razón: para reflejar mejor la luz en lugar de absorberla. Si fueran de color negro, podrían calentarse más rápido en lugar de reflejar esa luz, por lo que son detalles que mucha gente desconoce y hace más interesantes estas misiones espaciales”, explica.
El PlatziSat-1 fue lanzado a una órbita polar a una altura de aproximadamente 500 kilómetros, lo que permite una cobertura global completa y la observación sistemática de diferentes regiones del planeta.
Se estima que el satélite tenga una vida útil de dos años y estará en una posición óptima para llevar a cabo misiones científicas y de observación.
“Consideramos al satélite como un laboratorio espacial en el cual tenemos programados numerosos experimentos y misiones para los próximos dos años, aprovechando al máximo este laboratorio en el espacio para adquirir valiosos conocimientos y descubrimientos”.
Para facilitar la comunicación con la Tierra, el satélite pasa por el mismo punto cada 10 horas, lo cual brinda una oportunidad única para que los estudiantes establezcan una comunicación directa con él.
“Este satélite da la oportunidad de que cualquier persona pueda crear su propia estación terrestre utilizando materiales accesibles y podrán ser capaces de enviar mensajes al espacio de manera sencilla”, comenta.
Para Platzi, el lanzamiento del satélite no sólo representa un logro significativo para la educación espacial en Latinoamérica, sino que también tiene el potencial de contribuir a avances en diversas áreas.
“El satélite abre nuevas oportunidades para el aprendizaje y la investigación en el espacio, brindando a los estudiantes la posibilidad de participar en actividades prácticas y emocionantes, marcando un nuevo capítulo en la educación espacial en la región”.
Aunque el PlatziSat-1 ya está en órbita, el equipo de Platzi no descarta lanzar otro satélite en el futuro.
“Vamos a ir planeando los siguientes pasos con base en lo aprendido de la industria aeroespacial con el lanzamiento del PlatziSat-1. Quién sabe si eventualmente tiene sentido otro satélite, pero es uno de los planes que ya estamos visualizando”, comentó Rojas Parra.
La misión de Platzi no se limitará únicamente a la educación espacial, ya que también considera que otras tecnologías se están volviendo relevantes en la industria, y una de ellas es la Inteligencia Artificial (IA).
Para Platzi, la IA es la tecnología del futuro y ha generado cierta preocupación en la sociedad, por lo que es necesario hacerla comprensible y accesible para todas las personas.
“Platzi se ha propuesto hacer que la IA sea accesible, eliminando el temor y la desinformación que la rodea, y potenciando las habilidades de las personas en lugar de reemplazarlas. La IA puede ser una herramienta poderosa para aumentar la productividad y lograr un equilibrio entre la vida personal y laboral”.
La plataforma de educación destacó que el desafío actual es que el conocimiento sobre la IA es limitado y muchas personas aún no comprenden todas sus funcionalidades y beneficios.
“La IA puede generar dudas y miedo, lo cual dificulta su adopción y aprovechamiento pleno. Sin embargo, Platzi está decidido a cambiar esta realidad y ofrecer una visión clara y práctica de esta nueva tecnología”, concluye Rojas Parra.