La Campaña de Derechos Humanos (HRC, por su sigla en inglés) declaró su primer estado de emergencia nacional, basando su decisión en la proliferación de leyes en los parlamentos de todo el país destinadas a regular la vida de las personas queer.
HRC afirmó que en esta legislatura se han aprobado más de 70 proyectos de ley que considera anti-LGBTQ+, el doble que el año pasado. Unos 525 proyectos de ley fueron presentados, prácticamente todos por los republicanos, incluyendo más de 220 que afectan a las personas transgénero, dijo HRC.
El número de estos proyectos de ley presentados ha aumentado constantemente en los últimos años, desde los 115 que hubo en 2015, dijo HRC.
Como resultado, más familias con miembros LGBTQ+ han sido objeto de amenazas, y algunas han optado por trasladarse a lugares más seguros, dijo HRC, que basa su información en datos de encuestas e historias de padres.
La declaración incluía una guía “saber antes de ir” para ayudar a las personas LGBTQ+ a navegar por la creciente legislación estatal.
El presidente de HRC, Kelley Robinson, nombró a Florida, Tennessee y Texas como los estados más hostiles para el colectivo, diciendo que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, había “convertido su posición en un arma”.
Estas leyes son alimentadas por un establishment republicano anti-LGBTQ+ – y grupos extremistas coordinados y bien financiados como Alliance Defending Freedom, Heritage Foundation y Family Policy Alliance- insistentes en tratar de controlar nuestras familias y vidas”, dijo Robinson en un comunicado.
La Alliance Defending Freedom calificó de “calumniosa” la declaración del HRC, afirmando estar comprometida con la libertad religiosa, los derechos de los padres y la “santidad de la vida”.
Ninguna acusación falsa nos disuadirá de nuestra misión”, afirmó en un comunicado el vicepresidente senior Jeremy Tedesco.