La Opinión de Benjamín Carrera. . . Hoy se escribe una nueva historia para el Estado de México, y nos demuestra que no hay imposibles: El Grupo Atracomulco, enraizado en aquella entidad, integrado por la clase política más rancia y que ha hecho uso del poder en todo el país, ha sido vencido por una mujer cuya labor durante muchos años se concentró en las aulas.
Delfina Gómez, “la maestra” para quienes la aprecian, es hija de un hombre de profesión albañil y de una mujer de oficio costurera; durante muchos años ejerció la docencia en escuelas públicas a las que asisten, en su mayoría, niñas y niños que no ostentan privilegios. Este 4 de junio, la maestra ha desafiado y vencido a una dinastía, a la aristocracia política, a pesar de la incansable crítica de sus opositores, quienes llamaban “la maestrita” a esa mujer que se salía del molde del PRI.
La maestra Delfina hace una década atendía a niñas y niños en una escuela primaria. Hoy se encuentra a punto de dirigir un estado que permaneció por casi un siglo, bajo el mando del PRI, como uno de los últimos bastiones del dinosaurio de los institutos políticos.
No hay duda, el avance de Morena en el país ha sido no sólo significativo, sino que refleja el hartazgo y el deseo de cambio de las y los mexicanos: tal es el caso, que, en Edomex, el número de votos a favor del Movimiento de Regeneración se triplicó, pasando de 1 millón en los comicios pasados, a más de 3 millones que le han dado la victoria a la gobernadora electa.
Viendo un poco más atrás, hace 10 años Morena no tenía registro, pero sólo bastó darle un voto de confianza para que actualmente se consolide como una verdadera fuerza política que actualmente tiene presencia en 23 gobiernos estatales, que representan más del doble que toda la oposición en conjunto.
Aunque para quienes somos parte de la transformación del país, esto no sorprende, pero sí enorgullece el reconocimiento del pueblo ante una nueva forma de gobernar que es realmente del pueblo y para el pueblo. Las victorias de Morena, son de la clase trabajadora, de las mujeres, y de quienes privilegian un gobierno al servicio de las personas más vulnerables.
Tras el triunfo del PRIAN en Coahuila, hay quienes han querido declarar un empate; sin embargo, detrás de aquellos discursos triunfalistas de la oposición, sabemos que hay alarma: la oposición retrocedió a comparación de 2017, y el nuevo panorama electoral en México los limita a, si mucho, ocupar tan sólo dos gubernaturas en aquellos lugares en los que aún se resiste a la alternancia -aunque no por mucho tiempo-. Por otro lado, aunque se insista en un empate, el padrón del Edomex ronda los 13 millones de electores, mientras que el de Coahuila, rebasa apenas los 2 millones y medio, lo que refrenda el triunfo histórico en uno de los estados que se considera, el segundo motor económico del país.
En Morena, las mujeres están haciendo historia: en estas letras celebramos que una mujer, por primera vez en la historia de un estado que permaneció durante 94 años bajo el yugo de un nada revolucionario y cero institucional partido, ocupe la gubernatura. Próximamente, estaremos de igual manera, celebrando que las mujeres avancen a la par que la transformación, pero hablando en este espacio, de la primera presidenta de México.