Guadalupe Taddei Zavala rindió protesta como consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), la primera mujer en la historia del órgano electoral que primero fue federal y desde 2014, nacional.
Enseguida tomó la protesta de ley a las personas consejeras que la acompañarán para el periodo 2023-2032: Jorge Montaño Ventura, Rita Bell López Vences y Arturo Castillo Loza.
Salvo Adriana Favela, los consejeros salientes no asistieron al salón de sesiones del consejo general.
Lorenzo Córdova, consejero presidente que concluye hoy su gestión, optó por encabezar una reunión privada de recepción al medio día, en el que fue su despacho por nueve años, tomarse la foto con todos los consejeros -entrantes y salientes- y dejó a su sucesora en la explanada, afuera de la sala de sesiones.
Córdova justificó la escena al señalar que era “por cortesía, para quien toma las riendas”.
—¿Por qué no asistirá a la sesión?
—Por cortesía. No hay dos consejos, hay un solo consejo y la presidenta (entra en funciones) a partir de mañana, pero rinde protesta el día de hoy.
—¿Insitucionalmente no debería asistir?, se le planteó.
—La Constitución dice que son once consejeros, respondió.
Entre una línea de camarógrafos, fotógrafos y reporteros, Guadalupe Taddei avanzó hacia el salón; un asistente le acercó una carpeta con el orden del día y enfiló hacia la puerta del salón, identificado como la herradura de la democracia, del brazo del consejero Martí Faz.
Le preguntaron su opinión de ser la primera mujer en encabezar el órgano electoral.
“Es ser heredera de la lucha de tantas mujeres mexicanas”, dijo, y pidió tiempo para hacer una reflexión de todo el Consejo General.
—¿Llega cuestionada?
—Por supuesto que no, para nada, respondió.
En la mesa de consejo ya estaba su asiento, al centro, con la identificación de “consejera presidenta”.