El astro mexicano Ignacio López Tarso, quien a lo largo de más de siete décadas deleitó al público de teatro, cine y televisión, falleció el sábado. Tenía 98 años.
“Con una enorme tristeza les informamos que hoy por la tarde falleció nuestro querido esposo, papá, abuelo, bisabuelo y primer actor, Ignacio López Tarso”, escribió el sábado la familia del actor en una publicación en su página de Facebook.
“Somos una familia afortunada por haber recibido de él y durante todos estos años, sus consejos, abrazos, sonrisas, apoyo, confianza, soporte y que nos haya dejado hoy, este enorme legado. Murió en paz y contento”, agregaron sin precisar las causas de su deceso.
La Asociación Nacional de Intérpretes de México destacó a López Tarso, quien fue presidente de la asociación, como un “actor con una amplísima carrera en teatro, cine, televisión”.
Por su parte, la Secretaría de Cultura de México lamentó en su cuenta de Twitter el fallecimiento de “uno de los más grandes actores de México”.
Su hijo Juan Ignacio Aranda, quien también es actor, había compartido con los medios de comunicación que su padre fue hospitalizado a principios de semana por una neumonía.
López Tarso, con un impresionante físico y una elegante voz, se caracterizó por una versátil carrera en que se desenvolvió con igual éxito en el drama clásico como en las historias de revolucionarios mexicanos o en melodramas, imprimiendo siempre un toque grandilocuente a sus personajes.
Su imagen quedó inmortalizada como el campesino Macario, que hace un trato con la muerte en la cinta homónima de Roberto Gavaldón de 1960. Pero fue en el teatro donde cosechó éxitos desde la década de 1950 hasta sus últimos años.
Compartió créditos con las actrices Silvia Pinal, María Félix y Dolores del Río, así como con los directores Alejandro Jodorowsky, Pedro Armendáriz y Emilio Fernández. El talento de López Tarso le llevó a producir ocho populares álbumes en que declamaba corridos mexicanos.
El actor había sido merecedor del Ariel de Oro a la trayectoria en 2007.