REPORTERO2 
La Opinión de Miguel Valdez.- En el momento en que el jurado contra Genaro García Luna lo declaró culpable había sesión en la Cámara de Diputados. Al enterarse, los diputados de PAN, PRI, PRD, MC, como heridos de muerte, se retiraron en silencio sin ninguna explicación.
Treinta minutos después que en Nueva York se dio el veredicto de culpabilidad, un tribunal colegiado en México descongeló las cuentas a la esposa de Genaro García Luna. Es decir: el poder judicial de Estados Unidos lo declara culpable y en respuesta el poder judicial de México lo considera un santo y le devuelve parte del dinero robado.
Horas después, Felipe Calderón publica una carta en la que quiere renacer de sus propias cenizas. Le apuesta a que hay muchos mexicanos que lo admiten y le creen y lo siguen, pero se cuida de los gringos y se va a España, no vaya a ser que lo aprehendan.
Muchos comunicadores de la prensa escrita, digital, radio y televisión, tan gritones que estaban defendiendo a García Luna, ahora callan o mienten o sesgan o transforman los hechos para desviar la atención. Por ejemplo, preguntan, ¿Por qué el gobierno de López permite que México sea agraviado en Estados Unidos? ¿Por qué no persigue y castiga aquí a los delincuentes? Si esto lo hacen fuera del país, es poque López no sirve…
La respuesta es simple: porque aquí, como sucede con César Duarte, poco a poco, el poder judicial le devolvería todo lo robado, estaría por liberarlo, le pediría disculpas y le permitiría seguir gobernando a través de innumerables funcionarios en los diferentes poderes, y hasta llamaría a una marcha para defender al INE.
Porque hay que hacer ruido nuevo para que no se atienda al estruendo de su caída.
