Un avión de pasajeros Boeing 747 prácticamente nuevo, que estaba destinado a ser modificado para volar a la realeza saudí alrededor del mundo, fue desechado después de pasar sólo 30 horas y 16 vuelos en el aire.
El avión es un BBJ (Boeing Business Jet), ediciones muy modificadas de los aviones de pasajeros de Boeing que se destinan agobiernos y clientes corporativos. Su alcance de más de 16,000 kilómetros y el espacio de la cabina de aproximadamente 470 metros cuadrados no tienen rival en ningún otro avión de negocio.
Sin embargo, este BBJ nunca fue modificado con un interior de lujo, en vez de eso permaneció abandonado en un aeropuerto cerca de Basilea, Suiza, durante casi una década y ya voló hacia Arizona, Estados Unidos, para ser deshuesado.
La noticia llega después de que el último 747 construido por Boeing fuera enviado al operador de carga Atlas Air en enero, marcando el final del jumbo jet que inició una nueva era de viajes aéreos hace más de medio siglo.
La aeronave estuvo por 10 años en espera de ser lujosamente modificado para transportar a la realeza saudí, específicamente al príncipe heredero Sultan bin Abdulaziz Al-Saud, pero murió en 2011, sólo unos meses antes de la entrega programada.
El avión, al que se le asignó un código de registro obligatorio N458BJ, voló por primera vez en mayo de 2012 para realizar pruebas y se entregó oficialmente en junio de 2012.
Según la base de datos, este Boeing 747 voló posiblemente vía San Bernardino y luego San Antonio en Texas durante un par de meses, para luego en diciembre de 2012, irse a Basilea.
En 2017, el avión se puso a la venta por 95 millones de dólares, muy por debajo del precio de lista original de alrededor de 350 millones. Todavía estaba vacío y se anunciaba como “listo para la conversión” en un folleto, pero nunca se vendió.
De acuerdo con Richard Aboulafia, analista de aviación de AeroDynamic Advisory, “nadie, aparte de un jefe de estado saudí, va a querer un avión comercial privado de cuatro motores”. Además, un obstáculo importante para la venta fue el alto costo de instalar el interior, pues equipar uno de estos costaría 30, 40 tal vez 50 millones de dólares.
Pinal Airpark, un contratista de Boeing que trabaja en el desmontaje del avión, dijo que al avión ya se le quitaron las piezas más valiosas. Los motores ya se le retiraron, los cuatro eran nuevos, por lo que valdrán unos 20 millones de dólares cada uno.
La vida útil de uno de estos poderosos Boeing 747 suele ser de 25 a 30 años, éste se retiró a los 10 años, por lo que estableció un récord difícil de superar.