La pandemia de la Covid-19 se extendió rápidamente por todo el mundo, llenando hospitales y provocando la muerte de millones de personas. Pero, curiosamente, Turkmenistán no registró oficialmente ningún caso de la enfermedad. ¿Cómo es eso posible?
Para entender por qué Turkmenistán jamás tuvo un registro oficial para casos de Covid-19, es necesario comprender la realidad política de un país cerrado en sí mismo y totalitario. En la imagen, una gran plaza vacía en Asjabad, capital turcomana.
Turkmenistán se encuentra en Asia Central y comparte fronteras con Kazajistán, Uzbekistán, Afganistán e Irán. Al oeste, está bañado por el Mar Caspio.
Su territorio albergó una de las grandes ciudades del mundo islámico (Merv, la Puerta de Asia Central) y se situó en la Ruta de la Seda utilizada para el comercio con China hasta mediados del siglo XV.
En 1924 el país pasó a ser una república perteneciente a la Unión Soviética bajo la denominación de República Socialista Soviética de Turkmenistán. Se independizó en 1991, después de la disolución de la URSS.
Su actual presidente, Serdar Berdimuhamedow, gobierna con mano de hierro uno de los países más cerrados y autoritarios del mundo, según Human Rights Watch y Reporteros sin Fronteras.
Así, se cree que los datos que el país ha proporcionado a la Organización Mundial de la Salud pueden perfectamente no ser ciertos.
“Las estadísticas sanitarias oficiales de Turkmenistán no son fiables” aseguró al portal de noticias G1 el profesor Martin McKee, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que realizó un estudio del sistema de salud en la región.
De hecho, el gobierno de Turkmenistán prohibió el uso del término “coronavirus” desde 2020, negando su existencia.
Según las autoridades turcomanas, se elaboró un plan de contención para evitar la entrada de la enfermedad al país. De hecho, la coordinadora de la ONU en Turkmenistán, Elena Panova, aseguraba a la BBC en abril de 2020 que el plan era amplio y elaborado a nivel nacional.
Sin embargo, es difícil que el país, que tiene casi seis millones de habitantes, haya escapado de la pandemia. Su vecino, Irán – con el que comparte 992 kilómetros de frontera-, por ejemplo, contabilizó más de 7 millones de casos de forma oficial.
Según las autoridades del país asiático, a las personas que llegan a Turkmenistán con síntomas compatibles, se les hace una prueba para saber si tienen Covid-19. Sin embargo, los resultados no se anuncian oficialmente.
Según informaciones de periodistas independientes que viven fuera del país, pero tienen acceso a fuentes dentro de Turkmenistán, las personas que trabajan en el sistema sanitario de ese país evitan los términos “Covid” o “Coronavirus”.
En cambio, adoptan la palabra “enfermedad” y los diagnósticos apuntan a “neumonía” o incluso “insuficiencia cardíaca”.
Según medios turcos, el diplomático Kemal Uckun mostró síntomas compatibles con la Covid-19 en la capital de Turkmenistán, Asjabad. Su esposa trató de llevarlo a Turquía para ser tratado después de envia una radiografía de tórax a médicos turcos para demostrar la gravedad de su neumonía. Sin embargo, las autoridades turcomanas pusieron trabas y la autorización para salir del país llegó unas horas después de su muerte.
Organizaciones independientes, periodistas y activistas fuera de Turkmenistán aseguran que existen evidencias de que el país tuvo y tiene numerosos casos de personas infectadas por la Covid-19.
Sin embargo, dicen esas fuentes, “el presidente (en la foto) está minimizando la amenaza del virus en un intento por mantener su imagen pública”, según la información ofrecida por la CNN.
Según un artículo de la CNN, Rachel Denber, directora para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, dijo: “Miras lo que sucede en otros países de la región y no puede ser diferente en Turkmenistán”.
La gran diferencia entre Turkmenistán y sus países vecinos es la actitud de su presidente, Gurbanguly Berdymukhamedov. Según publica G1, “la imagen ligada a la salud es parte de su culto a la personalidad. La televisión estatal lo muestra regularmente levantando pesas en el gimnasio o montando en bicicleta”.
Un reportaje de la BBC advierte: “El presidente Gurbanguly Berdymukhammedov, ex dentista, utiliza la imagen de una nación saludable como su principal arma de propaganda estatal. Y admitir que el país está siendo afectado por la pandemia podría socavar la legitimidad de su régimen”.
La actitud del gobierno turcomano explica por qué sigue siendo el único país del mundo que no registra casos oficiales de infección por coronavirus. La Organización Mundial de la Salud aporta los datos oficiales enviados por cada país, pero no puede hacer mucho más que eso. Oficialmente, en Turkmenistán la pandemia nunca existió.