La esposa y los hijos del expresidente peruano Pedro Castillo fueron recibidos por un directivo de la Cancillería en el AICM.
La familia del expresidente peruano Pedro Castillo, destituido a principios de diciembre por el Congreso tras intentar disolverlo, llegó esta mañana asilada a México.
La esposa de Castillo, Lilia Paredes, abandonó Perú en la madrugada con destino a México, país que le concedió asilo, acompañada por el embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, aunque esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el diplomático continúa en la capital peruana.
Según imágenes difundidas por diversos medios locales, Paredes partió de madrugada con destino al aeropuerto Jorge Chávez, que sirve a Lima, donde fue increpada por diversos pasajeros que también acudían a tomar un vuelo.
En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), la familia Castillo fue recibida por el director para América del Sur de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martín Borrego.
El Gobierno peruano declaró ayer martes persona non grata a Monroy y le dio 72 horas para abandonar el país andino en respuesta a la “injerencia” que consideran que han hecho las “altas autoridades” mexicanas y además otorgó un salvoconducto a la familia del expresidente para acudir este país, que les ha concedido asilo.
El Canal N informó que la comitiva partió de la residencia del embajador de México en Lima acompañada por escoltas y, al llegar al aeropuerto, Paredes fue increpada por varios pasajeros que la llamaron “sinvergüenza”.
La canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, informó ayer en una declaración a la prensa que “el Gobierno de Perú ha declarado persona non grata al embajador de México en Perú, Pablo Monroy, por las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país (…) que constituyen injerencia” en los asuntos internos de la nación andina.
Además, Gervasi anunció que el Gobierno otorgó un salvoconducto a Lilia Paredes y a sus hijos para ir a México y señaló que informó al Gobierno de esa nación que la esposa de Castillo está siendo investigada por un delito común y que no hay “persecución política”.