REPORTERO1 
La selección danesa, semifinalista de la pasada Eurocopa, ha abierto con empate el Grupo D en un duelo bastante atractivo e intenso. Con goles anulados, paradas milagrosas, fallos increíbles y un Kasper Schmeichel que ha logrado igualar un récord de su legendario padre en su combinado nacional. Aparentemente, vía libre para Francia en este grupo.
Arrancaba el Grupo D del Mundial con el encuentro entre Dinamarca y Túnez. Los europeos dejaron grandes sensaciones en la Eurocopa y sobre todo recuperaban a Christian Eriksen tras su desvanecimiento de Copenhague en 2021 como gran novedad en esta nueva gran cita para un combinado nórdico que es una de las selecciones más regulares. Enfrente una selección africana bien ordenada, esperando para salir a la contra e intentando generar dudas en su rival con el paso de los minutos poco a poco.
Pero, a pesar de ser el encuentro de menor cartel del martes, nos dejaba una interesante primera parte con continuos intercambios de golpes entre ambos conjuntos. Y sobre todo de un alto ritmo, impuesto por los daneses para intentar eludir el gran orden defensivo de los nórdicos, sin éxito. Pierre-Emile Hojbjerg, con un gran disparo desde fuera del área, tuvo la ocasión más clara de los locales. Pero fueron los hoy visitantes quienes hicieron más daño con su búsqueda de transiciones y espacios.
De hecho, veían cómo se anulaba un gol a Issam Jebali por fuera de juego en el 23′. Y en el 42′ Kasper Schmeichel, que igualaba hoy a su padre con la disputa de su quinto Mundial, evitaba el primer gol tunecino con la que es hasta la fecha una de las mejores paradas del torneo, a bocajarro ante el propio Jebali. Si bien la gran sensación del choque era Aïssa Laidouni, líder de esas transiciones de los africanos que sembraban el pánico en la zaga danesa. Por tanto, sin goles al descanso, pero sin apenas tregua entre ambos equipos. Y con Thomas Delaney dejando el campo lesionado.
