La tabacalera Philip Morris, fabricante de marcas como Marlboro y Chesterfield, empezará a retirar por completo los cigarrillos tradicionales de los aparadores para enfocarse en los calentadores de tabaco “IQOS”, pero la regulación actual prohíbe su comercialización, por lo que la compañía busca un diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista para MILENIO, Catalina Betancur, la presidenta de asuntos regulatorios de Philip Morris en México, detalló que empresarialmente han buscado un diálogo con las autoridades regulatorias de México, después de que el presidente López Obrador firmara un decreto para prohibir los productos de vapeo en mayo de este año.
“Hemos tocado todas las puertas y las vamos a seguir tocando, creemos que estamos en un momento en el que hay mucha desinformación hay escepticismo de pensar de que por parte de la industria tabacalera pueda haber una iniciativa sensata de alternativas”, afirmó Betancur.
De acuerdo con la empresa, el dispositivo electrónico IQOS produce 95 por ciento menos afectaciones a la salud para los 15 millones de fumadores en México. Actualmente, es vendido en 71 mercados del mundo y esperan que en cinco años llegue a 100, incluido México. Además 30 por ciento de sus ingresos provienen ya de este producto y en 2025 estiman que será la mitad, con lo que para dentro de 10 a 15 años empezarían a eliminar los cigarros convencionales.
La propuesta de Philip Morris es que para 2025 estos productos representen 50 por ciento de su producción global y en 2030 inicien a retirarse del mercado de cigarros convencionales.