Al menos 23 personas murieron y cerca de 30 resultaron heridas este viernes a causa de un ataque de las fuerzas rusas contra un “convoy humanitario” en la región ucraniana de Zaporiyia, denunciaron las autoridades de Ucrania.
El jefe de la Autoridad Militar Regional de Zaporiyia, Oleksandr Staruj, detalló que “el enemigo lanzó un ataque con cohetes contra un convoy humanitario que salía de un centro regional”. “Se sabe que hay 23 muertos y 28 heridos. Todos civiles, nuestros compatriotas”, agregó.
Así, Staruj subrayó en una serie de mensajes en su cuenta en Telegram que “la gente estaba haciendo fila para abandonar el territorio temporalmente ocupado, recoger a sus familiares y llevar ayuda” .
“Los trabajadores de los equipos de rescate, médicos y todos los servicios relevantes están trabajando en el lugar”, remarcó.
En su cuenta de Twitter, el viceprimer ministro ucraniano Mikhailo Fedorov aseguró: “Rusia es un estado terrorista, que no valora la vida humana y hace caso omiso de las reglas de tiempos de guerra reconocidas internacionalmente”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó dos decretos este jueves en los que reconoce la independencia de las regiones Zaporiyia y Jersón, según un comunicado publicado este viernes en el portal de información jurídica de Rusia.
Los textos alegan que esta decisión se produce “teniendo en cuenta la voluntad del pueblo” y “de conformidad con los principios y normas del Derecho Internacional, así como reconociendo y confirmando el principio de la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos, consagrado en la Carta de la ONU”.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres aseguró que la anexión de las cuatro regiones ucranianas que prevé acometer Rusia este viernes “no tiene cabida en el mundo moderno” y “no puede aceptarse”, porque contraviene tanto el marco legal de Ucrania como el Derecho Internacional.
“No pueden considerarse una expresión auténtica de la voluntad ciudadana”, dijo Guterres, en una contundente declaración ante los medios en la que recordó que las consultas se llevaron a cabo en zonas “ocupadas” y en las que hay un “conflicto activo”, al margen de la normativa ucraniana.