(Por Juan Tapia Alfaro).- Hace unos días cientos de médicos de más de 34 países, biólogos, asociaciones, científicos, químicos y personal al servicio de la ciencia se han sumado a la Declaratoria de Crisis Médica Internacional por las enfermedades y muertes correlacionadas con la Vacuna Covid-19.
Se ha informado oficialmente una gran cantidad de efectos secundarios adversos, incluidas hospitalizaciones, discapacidades permanentes y muertes relacionadas con las llamadas vacunas.
Al examinar los informes sobre el VAERS (Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas, en su traducción al español) de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, en su traducción al español) , el sistema de tarjeta amarilla del Reino Unido, el Sistema de Monitoreo de Eventos Adversos de Australia, el Sistema Eudra Vigilance de Europa y la Base de Datos VigiAcces de la OMS (Organismo Mundial de la Salud), hasta la fecha han habido más de 11 millones de informes de efectos adversos y más de 70,000 muertes relacionadas a la inoculación de los productos conocidos como vacunas, sabemos que estos números sólo representan casi entre el 1 y 10% de los eventos reales, ya que muchos casos no son considerados por las autoridades médicas como relacionados a la vacuna.
Sobre esto hay que destacar lo siguiente:
De acuerdo a los datos de la misma OMS (el cual, por cierto, es un organismo privado) financiada en su mayoría por la fundación Bill y Melinda Gates (socios de la vacuna Pfizer) en su estadística pública de datos por país, se puede observar que los países con mayor muertes excedentes relacionadas a Covid-19 (en el periodo del 5 de marzo del 2020 al 20 de septiembre del 2022), los países con mayor inoculación son los que tienen los picos más altos de muertes, a diferencia de los países con menor inoculación.
Según los propios datos de financiación de la OMS, durante el 2015 esta organización ha recibido 90 millones de dólares en donaciones de las grandes farmacéuticas, ¿estas donaciones condicionan la independencia de la OMS a la hora de tomar decisiones?
Tomemos otro ejemplo: la India mostró que la terapia combinada temprana (budesónida, ivermectina, doxiciclina y zinc, que cuestan entre 2 y 5 dólares) hizo que los síntomas Covid-19 desaparecieran de entre tres a cinco días.
Para enero del 2021, la India -un país de más de 1,300 millones de personas y una aceptación de la vacuna del casi el 7.6% a nivel nacional- había sido testigo de solo 150,000 mil muertes por Covid-19, en comparación con EUA, con una población de 331 millones, el cual había registrado 357,000 mil muertes (cabe destacar que los médicos indios consideran la Ivermectina un medicamento milagroso contra el brote de Covid-19).
Un experimento natural que involucró a dos estados Indios: Uttar Pradesh y Tamil Nadu, con estrategias opuestas de Covid-19, ayudó a consolidar esta impresión. Con 241 millones de personas aproximadamente, Uttar Pradesh tiene el equivalente a dos tercios de la población de EUA. Según el Indian Express, este estado fue el primero en utilizar el uso profiláctico y terapéutico a gran escala de la ivermectina. En mayo-junio del 2020, un equipo de Agra (la cuarta ciudad más grande de este estado) dirigida por el doctor Anshuk Pareek, administró Ivermectina a todos los miembros del equipo de RRT en el distrito, de forma experimental: ninguno de ellos desarrollo Covid-19 a pesar de estar en contacto diario con pacientes que habían dado positivo por el virus.
El oficial de vigilancia del Estado de Uttar Pradesh, Vikssendu Agrawal, agregó que según los hallazgos de Agra el Gobierno Estatal había decidido empezar a administrarla a las personas infectadas.
En septiembre, el gobierno de Uttar Pradesh anunció que los 33 distritos del estado están prácticamente desprovistos de casos activos, a pesar de tener una tasa de vacunación sólo del 5,8%.
The Hindustan Times informó que en general, el estado tiene un total de 199 casos activos, mientras que la tasa de positividad se redujo a menos del 0,01%. La tasa de recuperación, por su parte, ha mejorado hasta el 98,7%.
Cuando en EUA la tasa de vacunación era del 54% los casos seguían aumentando y los Estados seguían imponiendo restricciones draconianas.
Al 10 de agosto de 2021, EUA vio 161,990 nuevos casos y 1,049 nuevas muertes, Uttar Pradesh, en contraste, vio sólo 19 casos nuevos y una muerte, más de mil veces menos que los EUA.
A pesar del éxito del gobierno Indio, los medios de comunicación mexicanos y estadounidenses no han hicieron eco a esto y continuaron promocionando otros medicamentos caros y de patente sin resultados efectivos como el Remdesivir.
Mientras tanto, el estado Indio de Tamil Nadu continuó utilizando los métodos de Anthony Fauci (asesor médico jefe del presidente de EUA durante la pandemia) de administrar Remdesivir y mantener los protocolos que ya todos conocemos, así como prohibir medicamentos como la Ivermectina y desalentar tratamientos tempranos; según el Indian Times, Tamil Nadu continúa experimentando casos y muertes que coinciden perfectamente con la catástrofe de los Estados Unidos.
Aquí es importante destacar la valentía de la administración de Claudia Sheinbaum que administró la terapia de Ivermectina en la Ciudad de México, aún en contra de las presiones nacionales e internacionales de la “Big Pharma”, pero esto lo abordaremos en otro artículo.
Continuando con el análisis de datos, es muy importante destacar que el creador de la técnica de PCR y ganador del premio Nobel de química, Kary Mullis, mencionó de forma muy clara que las pruebas no están hechas para detectar la infección, su uso científico es otro, no para detectar el Covid-19, igualmente que la prueba de antígenos, esto genera una incertidumbre y manipulación en los datos, ya que, al cambiar la gestión médica: si disminuyen el uso de estas pruebas, por consiguiente, se deben de disminuir los fallecimientos por Covid-19, ya que cuando en una prueba de PCR o de antígenos anuncian un resultado positivo, que en la mayoría de los casos es falso positivo (por eso inventaron a los famosos “asintomáticos”, personas completamente sanas que supuestamente propagan el virus), lo correcto sería decir que la prueba detectó un fragmento (genético o de proteína, según la prueba) de Covid-19. La distinción es muy importante porque la presencia de un fragmento de virus en un hisopado no significa que la persona esté infectada, ni que sea viable ese virus (es decir, que pueda replicarse, infectar otras células o transmitirse) y mucho menos quiere decir que una persona esté enferma.
Muchos hospitales registran muertes por Covid-19 derivadas de estas pruebas erráticas, que provocaron encerrar a gente sana en sus casas.
A todo esto, otro tema importante de analizar es el uso del cubrebocas; En el estado de Chihuahua el Consejo Estatal de Salud, quien es la autoridad que establece los protocolos y lineamientos a seguir en esta pandemia, dejan mucho que desear con base en la toma de sus decisiones y siguen pidiendo el uso de cubrebocas en lugares abiertos y cerrados (¿en razón de que base científica?), a pesar de todos los estudios que a la fecha no datan de su eficacia contra la propagación del Covid- 19, a lo cual en este artículo añadiremos el siguiente extracto de un estudio muy completo y reciente del doctor Gabriel Zárate Camus respecto a los cubrebocas.
Metodología:
Habiendo transcurrido más de 2 años desde el brote de la enfermedad y del inicio de las intervenciones, ya hay evidencia contundente respecto de los riesgos y beneficios de las diferentes medidas adoptadas, y es imperativo preguntarse: ¿Qué tan efectivas han sido? Para ayudar a solucionar esta interrogante, se revisó la base de datos PUBMED con las palabras “mask effectiveness against COVID-19”, con filtro activado para artículos con máximo 1 año de antigüedad, lo cual arrojó 215 resultados al 2 de septiembre de 2022. Para ser seleccionados, los artículos debían proporcionar datos relevantes con respecto a la efectividad de las mascarillas en la prevención de la transmisión de la enfermedad y/o sobre efectos de su uso prolongado. Entre los artículos encontrados, había revisiones bibliográficas, meta-análisis, estudios casi-experimentales, descriptivos y proyectos de desarrollo de mascarillas inteligentes, todos con diferentes niveles de evidencia. Se analizaron todos los artículos y fueron seleccionados 86 en una revisión inicial, de los cuales se excluyó 8 por no entregar datos precisos. Como resultado, 78 artículos cumplieron los criterios de inclusión y se incorporaron en este informe.
Discusión y Conclusión:
La revisión de la literatura nos indica que se ha visto que las mascarillas funcionan en condiciones de laboratorio, pero pocos estudios han medido su efectividad en la vida real. Algunas revisiones y meta- análisis nos indican que el uso de mascarillas es efectivo en la prevención de la enfermedad, pero no evalúan los efectos de su uso prolongado. Además, destacan que siempre debe estar ligado a otras intervenciones, como vacunación y distanciamiento social, para que tenga un efecto significativo. Este planteamiento, sin embargo, tiene dos grandes fallas. Por un lado, deja en evidencia que el efecto por sí solo de la mascarilla no es significativo, y por otro, que se actúa negativamente sobre el equilibrio de la microbiota. Sukul et al, 2022, Mack et al, 2021, Oh et al, 2022 y Park et al, 2022, encontraron evidencia de que el uso de mascarilla altera el comportamiento del sistema de microbios del organismo humano, y si a esto se suma el distanciamiento social, se está perjudicando enormemente el sistema inmunológico, cuya mayor cantidad de células se encuentran en la mucosa intestinal (Fasano, A, 2020), sobre todo en niños, pues la programación del funcionamiento y biodiversidad de la microbiota se da durante los primeros años de vida en base a la interacción social (Tamburini et al, 2016). Si se tiene en cuenta que según Fasano, 2020 el 70% de las células del Sistema Inmunológico, el 70% de las neuronas del Sistema Nervioso Periférico y el 80% de la Serotonina total se encuentran en el intestino y que toda enfermedad comienza en un intestino defectuoso: ¿qué tipo de problemas de salud podemos esperar de los niños sometidos a estas restricciones, cuando sean adultos?
Se ha reportado un alto costo psicológico debido al uso de mascarillas, y daños fisiológicos al utilizarlas durante el ejercicio, además de diferentes tipos de afecciones a la piel. También se ha reportado daños provocados por mal uso, principalmente en profesionales de la salud, desde lesiones autoprovocadas hasta ocultamiento de signos y síntomas en pacientes. Sin embargo, las recomendaciones de uso en este grupo de trabajadores en particular siguen siendo avaladas debido al mayor riesgo de contagio que suscita su ambiente laboral.
La adhesión, por parte de la población general, a las diferentes intervenciones no farmacológicas, ha sido condicionada por la impresión social de los líderes políticos, los científicos y las fuentes de información, y relacionada con la percepción positiva a la que han contribuido las redes sociales. También ha sido reforzada por el miedo a la enfermedad y la percepción de severidad.
Las mediciones de aire en el interior de la mascarilla han mostrado niveles elevados de dióxido de carbono y otros contaminantes, y se ha visto partículas sueltas del material de fabricación, dióxido de titanio y ftalatos. Las mascarillas de fabricación china son las más contaminadas y las que muestran un mayor riesgo carcinogénico para el ser humano. Si a todo esto se suman los estudios que muestran que más del 80% de los infectados con SARS-CoV-2 usaba mascarilla siempre o casi siempre, se tiene una contradicción entre las recomendaciones de uso de parte de la autoridad y lo que vemos en la literatura. Por lo tanto, la recomendación final de este informe es, que al no haber evidencia científica que sustente de forma significativa el uso de mascarillas en la población general para detener la transmisión de la infección, la autoridad no debería recomendarlo ni exigirlo, y la decisión debería ser personal, pues como dice Kim MC et al, 2022, el cansancio social hace imperativo que las medidas de prevención sean completamente revisadas.
Esto no es más que una síntesis de mucha información científica que vale la pena revisar, para que el gobierno tome correctas decisiones sobre el rumbo del Estado de Chihuahua, los encierros, el aislamiento y las mascarillas solo han provocado, quiebra económica de negocios, muchas enfermedades relacionadas con la depresión entre otras cosas.
Debemos aprender de estos 2 años y de lo que nos han enseñado, y analizar lo sucedido con pensamiento crítico y en base a datos científicos y hacemos un llamado respetuoso al Consejo Estatal de Salud para analice los estudios más recientes y tome las mejores decisiones para la población del estado de Chihuahua.
Referencias:
• Estudio elaborado por Gabriel Zárate Camus, Kinesiólogo, MSc, Diplomado en Microbiota, Diplomado en Microbiología Básica; 7 Diplomas OMS COVID-19. Comisión Médico-Científico APSIIN Chile, con la colaboración, revisión y respaldo de: Marlene Henríquez Urrutia, Ingeniera en Biotecnología, PhD. Comisión Médico-Científico APSIIN. Dr. Maximino Rocandio, Médico General, Coordinador Comisión Médico-Científico APSIIN. Dr. Patricio Villarroel Burgos, Médico General. Comisión Médico-Científico y Presidente de APSIIN. Septiembre 2022 (agrupación de profesionales de la salud e Investigadores Independientes de Chile). Cita del estudio de metodología, discusión y conclusión.
• https://ourworldindata.org
• Robert F. Kennedy Jr. The Real Anthony Fauci, Editorial: Skyhorse 16 Nov. 2021 (página 127-129)