La cadena de tiendas de tecnología estadounidense, Best Buy, anunciará este martes a sus inversionistas que luego de 13 años en México saldrá de este mercado por los efectos generados por la pandemia de COVID-19.
A partir del 31 de diciembre de 2020 cerrarán las 41 sucursales que tiene en México de forma ordenada, ya que la crisis económica derivada del coronavirus ha hecho inviable su permanencia en el país. “A pesar de este trabajo extraordinario (de nuestros colaboradores), los efectos de la pandemia han sido muy profundos y no nos es viable mantener nuestro negocio en México”, dijo Fernando Silva, presidente de Best Buy México, a El Financiero.
La empresa aseguró que las condiciones para finiquitar la relación de sus colaboradores serán más favorables a las establecidas por la ley y los ayudarán en el proceso de cambio, con talleres para el uso efectivo de las diferentes plataformas de búsqueda de empleo, creación de curriculums y simulaciones de entrevistas de trabajo.
“Debemos sentirnos muy orgullosos de lo que hemos alcanzado en Best Buy México: construimos un equipo extraordinario y establecimos una cultura excepcional. Transformamos la manera en que los mexicanos interactúan y se inspiran con la tecnología, acercándola a millones de familias para mejorar sus vidas. Construimos la marca #1 en tecnología, con diferenciadores icónicos y el cliente nos ha honrado con una creciente participación de mercado”, añadió.
Cumplirán pedidos
Best Buy también informó que cumplirán con los pedidos en tiempo y forma, tanto los que estén siendo procesados, como las compras que se hagan durante las próximas semanas y pondrán a disposición un call center, redes sociales y una lista de preguntas frecuentes en su sitio. La empresa estadounidense ya había cerrado ocho sucursales en el país durante este 2020 y este martes tienen agendada una llamada con inversionistas para hablar de los resultados al cierre del tercer trimestre del año fiscal, donde esperan formalizar el anuncio de la salida de México. El gigante de la electrónica de consumo tuvo que cerrar temporalmente las tiendas físicas al inicio de la pandemia, habilitándolas solo para entregas de pedidos en línea, situación que impactó los resultados pese a que la demanda de productos electrónicos se incrementó por la cuarentena.