El estado alemán devolvió a Guatemala y México 13 bienes culturales de la época de 250 a 850 d.C. que fueron descubiertos en Altmark con el fin de detener su comercio ilegal.
El estado alemán de Sajonia–Anhalt devolvió esta viernes un conjunto de bienes culturales precolombinos a México y Guatemala en un acto en Berlín que contó con la presencia de los embajadores de esos dos países latinoamericanos en Alemania.
Entre los 13 bienes devueltos se encuentran piezas arqueológicas como figuras, jarrones y platos que datan de época precolombina, de alrededor del 250 al 850 d.C., y que probablemente fueron vendidas por ladrones de tumbas.
Estos objetos fueron hallados en una propiedad en la ciudad alemana de Klötze, ubicada en la región de Altmarkt, en el estado federado de Sajonia-Anhalt, como informó su anterior propietario.
La entrega de los bienes culturales se escenificó este viernes en un acto celebrado en la representación de Sajonia-Anhalt en Berlín, en el que el Primer Ministro de este “Land”, Reiner Haseloff, entregó las piezas a los embajadores de Guatemala, Jorge Lemcke, y de México, Francisco Quiroga.
“Todas estas piezas ayudan a volver a conectar ese espíritu que existe entre la población y sus antepasados, aunque sean antepasados de hace cientos o miles de años”, añadió Lemcke.
El diplomático exhortó a los coleccionistas a que “moralmente comprendan que en Guatemala hay una ley que desde 1945 prohíbe la exportación y la posesión en manos privadas” de este tipo de bienes, que deben quedar siempre bajo control del Estado.
Para el representante mexicano Francisco Quiroga, esta devolución es “un producto de la política que ha seguido el Gobierno nacional de Alemania y de los estados federados para promover la devolución voluntaria de las piezas”.
Quiroga celebró que “cada vez más en la sociedad alemana, y en la sociedad en general, hay una mayor comprensión y entendimiento” de lo que esta devolución significa.
En su opinión, “la restitución de estas piezas es un símbolo de respeto a los pueblos originarios, de donde nunca debieron haber salido”.
“Nuestro patrimonio cultural, el patrimonio de los pueblos originarios, no debe estar a la venta y tiene que preservarse para el valor y el conocimiento de las generaciones futuras,” concluyó.