La toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta el pasado 1 de octubre supuso más cambios que la mera transmisión del Gobierno Federal para el arranque de un nuevo sexenio, pues también significó la primera ocasión en la historia de México que una mujer ocupa ese cargo pero también cambió una tradición al modificar la fecha oficial desde el 1 de diciembre de cada seis años, como se acostumbraba hacer el relevo y se tuvo que realizar para ello una reforma que traslada a la nueva fecha el día de descanso obligatorio que estaba establecido.
La reciente modificación en la Ley Federal del Trabajo (LFT) ha generado un cambio significativo en el calendario de días feriados en México. A partir de 2024, el 1 de diciembre ya no será considerado un día de descanso obligatorio. Esta decisión se deriva de una reforma a la Constitución Mexicana que entró en vigor el 1 de diciembre de 2018, la cual establece que la transmisión del Poder Ejecutivo Federal se realizará el 1 de octubre, en lugar de diciembre.
La eliminación del 1 de diciembre como día feriado responde a la necesidad de ajustar el calendario laboral a las nuevas disposiciones constitucionales. Tradicionalmente, esta fecha marcaba el inicio de un nuevo sexenio presidencial, lo que justificaba su inclusión como día de descanso en todos los empleos. Sin embargo, con el cambio de fecha para la toma de posesión presidencial, el artículo 74 de la LFT ha sido actualizado para reflejar esta nueva realidad, con lo que impacta a millones de trabajadores en el país.
Para el año 2024, los días de descanso obligatorio en México, según el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, incluyen el 1 de enero, el primer lunes de febrero, el tercer lunes de marzo, el 1 de mayo, el 16 de septiembre, el tercer lunes de noviembre y el 25 de diciembre. Estos días permiten a los trabajadores celebrar festividades cívicas y religiosas con libertad. La eliminación del 1 de diciembre del calendario de feriados refleja un ajuste necesario para alinearse con el nuevo calendario político del país.
La eliminación del 1 de diciembre como día feriado ha generado diversas reacciones entre los trabajadores y empleadores. Algunos sectores consideran que esta medida podría afectar las tradiciones laborales, mientras que otros la ven como un paso necesario para modernizar el marco legal. La expectativa es que esta reforma contribuya a una mayor eficiencia en la transición de poderes, al tiempo que se mantiene el equilibrio entre las necesidades laborales y las festividades nacionales.
La reforma a la Ley Federal del Trabajo y la eliminación del 1 de diciembre como día feriado reflejan un cambio significativo en la estructura laboral de México. Este ajuste no solo responde a una necesidad constitucional, sino que también busca optimizar el proceso de transición presidencial. A medida que el país se adapta a estos cambios, es crucial que tanto empleadores como trabajadores comprendan las implicaciones de esta reforma para asegurar una transición fluida y efectiva en el ámbito laboral.