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Un fuerte accidente en el noroeste de Siria, dejó al menos siete personas, en su mayoría, niños, fallecieron el jueves cuando un autobús escolar se salió de la vía y cayó en el río Orontes. El accidente ha dejado a los padres de familia en shock y duelo.
El autobús, que transportaba a 60 niños en un viaje escolar, se desvió de la carretera cerca de la ciudad de Darkush y cayó en el río Orontes. Las causas del accidente aún no se han determinado. Las escenas posteriores al incidente mostraban a rescatistas, conocidos como los Cascos Blancos, trabajando incansablemente en la ladera de la montaña y en el río para encontrar sobrevivientes.
Según los informes iniciales, siete personas, incluidos niños y mujeres, perdieron la vida, y al menos 20 resultaron heridas y han sido rescatadas. La mayoría de los heridos son niños que estaban en el autobús durante el accidente. Los hospitales locales están desbordados, atendiendo a los heridos y ofreciendo apoyo a las familias afectadas.
Los equipos de rescate continúan buscando a posibles sobrevivientes. Las autoridades han instado a los habitantes de la zona que sepan nadar a acudir al lugar del accidente para ayudar en las labores de rescate. La organización de defensa civil, los Cascos Blancos, ha destacado que todavía hay personas desaparecidas, y los esfuerzos de búsqueda siguen en curso.
El accidente ha golpeado a la comunidad de Idlib, especialmente a los padres de los niños afectados. Muchos padres se encuentran devastados y desesperados intentando localizar a sus hijos. La situación en Idlib, una región golpeada por años de conflicto, complica aún más los esfuerzos de rescate y recuperación, dado que la infraestructura pública está en condiciones deficientes.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que cerca de una veintena de niños han sido rescatados con vida. Sin embargo, todavía quedan personas por ubicar. La organización subrayó que el autobús transportaba a estudiantes de una escuela coránica cuando ocurrió el accidente.
