Primero y antes que nada, debemos de saber qué es el Registro Federal de Contribuyentes mejor conocido por todo como RFC, que en términos directos es un identificador en el ámbito financiero de México.
Y funciona como un número de identificación fiscal único tanto para individuos como para empresas, es decir, ya nos estaremos metiendo al mundo de las operaciones comerciales y el cumplimiento de pagos de impuestos.
Tu RFC no se asigna al azar, se deriva de datos personales o de la empresa que llegues a crear, garantizando su singularidad para cada contribuyente. El gobierno emplea el calcular RFC para rastrear actividades financieras, garantizando así pagos de impuestos precisos y oportunos.
Además, ayuda a frenar la evasión fiscal y promover la transparencia en las transacciones financieras.
¿Cómo obtengo mi RFC?
Este documento debe ser emitido únicamente por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), ya que de ahora en adelante podrás declarar impuestos, deducirlos, emitir facturas para que tus ingresos sean de manera legal y no seas investigado.
Para solicitar el RFC por primera vez, es necesario presentar los siguientes documentos ya sea en alguna oficina del SAT o por Internet:
- Clave Única de Registro de Población (CURP).
- Acta de nacimiento.
- Identificación oficial vigente del contribuyente o del representante legal.
- Comprobante de domicilio fiscal.
- Correo electrónico
- USB, solo si en ese momento se tramita la e.firma.