El error en la actualización por parte de CrowdStrike afectó una gran cantidad de servicios de Microsoft y equipos con Windows, lo que dejó paralizadas a múltiples industrias, entre ellas la aeronáutica, con vuelos cancelados y pases de abordar escritos a mano. Sin embargo, hubo una que salió libre de cualquier problema, y todo por usar un sistema operativo Windows que no han actualizado en 32 años.
Se trata de Southwest, una compañía que, a diferencia de otras empresas como Delta, American, Spirit, Frontier, United o Viva Aerobus y Volaris, estos últimos en el caso de México, siguió operando normalmente, todo gracias a que aún utilizan Windows 3.1.
Southwest ha usado esta versión del sistema operativo durante años y, en múltiples ocasiones, ha sido criticada por basarse en programas tan antiguos, que representan una ventaja en este tipo de situaciones.
Además de Windows 3.1, la compañía también es conocida por utilizar sistemas basados en Windows 95, el siguiente desarrollado por Microsoft.
Durante años, Southwest ha sido criticada por mantener estos sistemas operativos aún activos. Ya en 2023, Forbes analizaba las decisiones realizadas por algunas compañías en temas financieros, y entre los problemas mencionados, se abordaba el tema informático.
Según el medio, además del mantenimiento en sus aviones, Southwest había dejado de lado la actualización de sus equipos de cómputo, al punto de que una gran parte de su sistema de programación para pilotos y asistentes de vuelo estaba construido no solo con Windows 95, sino también con Windows 3.1.
A pesar de mostrarse “superior” para hacer frente a la actualización de CrowdStrike, este sistema no se ha visto libre de errores, ya que se han documentado problemas en el software de programación de los horarios de la empresa.
El medio también analiza las razones para no actualizar, siendo la principal que el software de programación de Southwest es de fabricación propia, es decir, tiene un valor sentimental adicional, aunque también está presente el tema del costo de las nuevas tecnologías.
Por lo pronto, Microsoft ya cuenta con su propia herramienta para resolver el problema de CrowdStrike, en forma de un ejecutable para memorias USB que soluciona casi de forma automática la pantalla azul de la muerte en Windows, además del método propuesto por la compañía.
En el caso de Southwest, su “resistencia” a los errores ahora reivindica su decisión de mantener Windows 3.1 y Windows 95, por lo que, tras todo el problema con CrowdStrike, es posible que haya ganado un argumento más para seguir con estas versiones del sistema operativo.