Existen tres acciones principales que se deben procurar para tener una salud adecuada: hacer ejercicio regularmente, evitar hábitos nocivos como el tabaco y el alcohol, y llevar una dieta balanceada, pero hoy en día, estudios indican que evitar un alimento que, a pesar de ser muy popular y sabroso, podría estar afectando gravemente nuestros niveles de colesterol: el calamar.
El calamar es uno de los mariscos más consumidos en diversos países, apreciado no solo por su sabor, sino también por su versatilidad en la cocina. Además, según la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA), el calamar es relativamente bajo en calorías, con solo 72 kcal por cada 100 gramos.
Sin embargo, a pesar de estos beneficios aparentes, el calamar tiene un lado oscuro que muchos desconocen: su alto contenido en colesterol. Las autoridades alimentarias, tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos, recomiendan no superar los 300 mg de colesterol al día para mantener una buena salud cardiovascular. Sorprendentemente, solo 100 gramos de calamar contienen 187,5 mg de colesterol. Esto significa que una ración puede fácilmente triplicar la ingesta diaria recomendada de colesterol, elevando los riesgos para la salud.
El colesterol elevado en la dieta es un factor de riesgo significativo para enfermedades cardiovasculares. El consumo excesivo de colesterol puede llevar a la acumulación de placas en las arterias, una condición conocida como aterosclerosis, que aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Por lo tanto, aunque el calamar es un manjar delicioso y nutritivo, su consumo debe ser moderado, especialmente en personas con predisposición a problemas cardíacos.
El estudio PREDIMED, que ha analizado los efectos de la dieta mediterránea durante décadas, confirma que una alimentación rica en nutrientes buenos y baja en grasas trans, azúcares y harinas refinadas es beneficiosa para la salud. Sin embargo, este mismo estudio revela que no todo es tan perfecto en la dieta mediterránea.
Aunque generalmente se asocia con una mejor salud cardiovascular, incluye alimentos que, consumidos en exceso, pueden ser perjudiciales.
Para aquellos que disfrutan del calamar, la moderación es esencial. No se trata de eliminar completamente este marisco de la dieta, sino de consumirlo con prudencia.
Alternar con otros mariscos y pescados bajos en colesterol, como el salmón o la trucha, puede ser una estrategia efectiva para mantener una dieta equilibrada sin sacrificar el placer de disfrutar de mariscos.
Además, es importante considerar las formas de preparación. Optar por métodos de cocción más saludables, como el horneado o el asado en lugar de la fritura, puede ayudar a reducir la cantidad de grasas saturadas y trans en la dieta, contribuyendo a mantener niveles de colesterol más bajos.