23 noviembre, 2024

Crean el primer fármaco inyectable contra el VIH

El primer fármaco inyectable contra el VIH ha mostrado que podría ser más efectivo para mantener la carga viral suprimida en comparación con las pastillas diarias, sobre todo en aquellas personas a las que se les dificulta tomar la píldora, así lo reveló la farmacéutica británica GSK.

A través de un comunicado, el gigante farmacéutico GSK detalló que su medicamento inyectable contra el VIH de acción prolongada, llamado Cabenuva, es más funcional que los medicamentos de toma diaria para algunos pacientes, según demostraron los resultados provisionales de un ensayo clínico en etapa avanzada.

Este fármaco, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), puede ser una solución para las personas que viven con VIH y no cuentan con una adherencia constante al tratamiento, dificultando el control del virus y aumentando el riesgo de desarrollar complicaciones.

“Hay muchas razones por las que a las personas les puede resultar difícil seguir con el tratamiento oral diario y el estudio LATITUDE muestra que el tratamiento inyectable con cabotegravir y rilpivirina puede ayudarles a mantener el virus suprimido, lo que beneficia su salud general”, afirmó Kimberly Smith, MD, MPH, jefa de I+D de ViiV Healthcare.

“Optimizar la terapia para todas las personas que viven con el VIH, incluidas aquellas con problemas de adherencia, es fundamental para el esfuerzo por poner fin a la epidemia del VIH”, agregó.

Cabenuva es un tratamiento inyectable que contiene dos medicamentos antivirales diferentes, como el cabotegravir y la rilpivirina, en una formulación de liberación prolongada. Sin embargo, de la misma manera que otros medicamentos contra el VIH, no cura la enfermedad, solo ayuda a detener la transmisión y que la infección progrese.

El tratamiento inyectable está indicado contra la infección por VIH-1 en adultos para reemplazar el régimen antirretroviral (ARN del VIH-1 <50 c/ml) con un régimen antirretroviral estable y sin antecedentes de tratamiento, resistencia conocida a cabotegravir o rilpivirina.

De acuerdo con los resultados del estudio, se incluyeron a más de 700 personas con VIH con dificultades para llevar una terapia oral diaria. Los participantes fueron asignados al azar para recibir el tratamiento Cabenuva y el resultado demostró que el fármaco inyectable es más efectivo para reprimir la carga viral.

A las 48 semanas, el 90 por ciento de las personas que recibieron Cabenuva tenían una carga viral indetectable, en comparación con el 83 por ciento de las personas que solo recibieron la terapia oral. Sin embargo, mostró algunos efectos secundarios como cansancio y dolor en el lugar de la inyección.

Actualmente se realizan ensayos para analizar cambios en la forma en que se administra Cabenuva, ya que se realiza a través de una visita a la clínica para que sea administrado por un profesional de la salud calificado, ya que aún no está aprobado para su uso comercial.

Se espera que salga al mercado un tratamiento autoinyectable a finales de la década para que los pacientes puedan administrarlo en casa.

Sin duda, los resultados de este medicamento son esperanzadores para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH.

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