Desde la primera semana de campaña política, Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial de Movimiento Ciudadano (MC), ha visitado a diario una universidad. Así quiere conquistar el voto de las personas menores de 30 años. Esta apuesta es acertada, explican analistas políticos, porque el grupo de 18 a 29 años representa el 27% del electorado que puede votar el 2 de junio, según datos del Instituto Nacional Electoral (INE).
Es, además, el electorado menos disputado por las otras candidatas y el que registra el mayor nivel de abstencionismo. Así que Álvarez Máynez tiene una oportunidad aquí si logra demostrar que sus propuestas son viables y oportunas para la juventud. Pero también enfrenta el riesgo de no conectar con esta población si, en el afán de parecer muy relajado, su campaña digital carece de sustancia y los diálogos universitarios no aterrizan en una verdadera inclusión de la juventud en el gobierno, advierten los analistas.
Después del #YoSoy132 Desde que en 2012 estudiantes de la Universidad Iberoamericana abuchearon y corretearon a Enrique Peña Nieto, entonces candidato del PRI, los diálogos entre aspirantes a la Presidencia de la República y alumnos universitarios no son prioridad. Doce años después, el candidato de Movimiento Ciudadano apuesta a visitar el mayor número de universidades en una campaña presidencial y a demostrar que es bien recibido por la comunidad estudiantil.
“Hay tres posibles resultados: uno, que le vaya muy bien. Dos, que sea olímpicamente ignorado y entonces sea carne de memes, o tres, que le echen de las universidades”, explica la analista Paula Sofía Vázquez. Hace años que los políticos no son bienvenidos en algunas universidades, como la UNAM. Por eso, considera, es interesante el reto que Álvarez Máynez ha emprendido. En los próximos días acudirá al menos a 30 universidades. Por ahora, no ha confirmado si entrara a la Máxima Casa de Estudios de México, pero ya tiene fecha para dialogar en la Universidad Iberoamericana.
El viernes 11 de mayo de 2012, Peña Nieto participó en un foro en esta escuela en medio de protestas en su contra, que lo orillaron a resguardarse en un baño para evadir al alumnado. Los videos de la manifestación se publicaron en redes sociales y, más tarde, funcionarios públicos, líderes de partidos políticos y medios de comunicación demeritaron la protesta afirmando que no era de estudiantes.
En respuesta, 131 alumnos difundieron un video donde mostraban sus credenciales de la universidad y estudiantes de otras escuelas se solidarizaron en redes sociales con el hashtag #YoSoy132. La etiqueta se convirtió en un movimiento estudiantil nacional en contra de la candidatura de Peña Nieto. “Todos quedaron vacunados por YoSoy132. En ese sentido, (Álvarez Máynez) busca reafirmar que no forma parte de esa clase política que no puede entrar a las universidades”, apunta la experta. Hasta ahora, Álvarez Máynez ha sido bien recibido en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), su alma mater; en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), y en la Universidad del Valle de Cuernavaca.
Aunque el candidato ha comentado que está dispuesto a la crítica estudiantil, en estos encuentros, donde las preguntas del alumnado han sido preseleccionadas por las autoridades educativas, salvo en un caso, no se han registrado incidentes más allá de un estudiante dormido. Por el contrario, Álvarez Máynez se toma selfies , firma libros y come tacos en los mismos lugares a donde acuden los universitarios. Ha logrado tocar los problemas que más afectan a la juventud, como la precariedad laboral, la crisis de vivienda y la salud mental. Defiende que no son de cristal, como durante años les han llamado. ‘Yo entiendo a esta generación y sé que esta generación tiene la capacidad para transformar el futuro del país’, dice Álvarez Máynez. Les ha prometido becas; trabajar por mejorar los salarios y acabar con las condiciones laborales precarias. Sabe lo que afecta a los millennials y a la Generación Z.
Faltan más cómos. Luis Mendoza Ovando, analista político y egresado del CIDE, apunta que históricamente se ha considerado a la comunidad universitaria como un “faro moral”. Además, esta estrategia de Álvarez Máynez también reta a las candidatas a ir a las universidades y las pone en riesgo de cometer un error. Xóchitl Gálvez, por ejemplo, ya confirmó su visita al ITAM mientras que Claudia Sheinbaum no ha respondido a la invitación de la institución. La falta de relevo generacional ha hecho que se sientan muy desconectados de la clase política, de las propuestas de la política, de las élites políticas’, Yo represento ese cambio generacional y creo que eso es importante para un país que hoy es un país de jóvenes’, Combatir el desinterés de la juventud Álvarez Máynez tiene el reto, también, de atraer a las personas más jóvenes a la política. Esta generación, explica la analista, es la menos interesada en votar. El descontento no es gratuito. Ha vivido en medio de crisis económicas, democráticas y de corrupción, además de crecer entre pobreza y violencia. La juventud se ha desconectado de políticos que ya no los representan y que son, sobre todo, hombres adultos mayores.
Este fenómeno es mundial. La Presidencia de Estados Unidos, ilustra, la disputan dos hombres blancos mayores de 70 años. Álvarez Máynez, en cambio, es un candidato millennial , de 38 años. Él mismo señala que la edad no es garantía de trabajar por la juventud o de hacer mejor las cosas. ‘No creo que yo sea mejor que las candidatas por tener 24 años menos que ellas. Peña Nieto fue presidente joven y no gobernó para los jóvenes. No es cuántos años tenga el gobernante, sino si entiende a las nuevas generaciones’, ha dicho Álvarez Máynez. Pero se sabe más cercano a esta población que sus contrincantes y por eso llama a ‘jubilar la vieja política’.
Su apuesta por la juventud, por el diálogo universitario, sostiene la analista, es a la vez un reto y una oportunidad para él. “Me parece una apuesta inteligente para un candidato que no tiene nada que perder, en el sentido de que no tiene un electorado constituido, no es una persona que haya trabajado desde antes en ser el candidato presidencial”, apunta la especialista. Para Mendoza, no basta con escuchar a los jóvenes, como ha dicho Álvarez Máynez, si después no se incorporan a cargos de gobierno. El relevo generacional en las instituciones gubernamentales se ha ralentizado. En 2005, uno de cada tres burócratas tenía de 20 a 35 años, analiza Mendoza con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi. Para 2023, esa proporción se redujo en 27%, mientras que el porcentaje de personas mayores de 50 años en esos cargos pasó del 17 al 32%.
“Los partidos reciclan candidatos por tercera, cuarta o quinta vez en una elección. Para una idea, Mauricio Fernández va a ser candidato de San Pedro. Por cuarta vez podría llegar a ser alcalde de este municipio a sus 72 años”, explica. El movimiento “fosfo fosfo” Los tenis naranjas fosforescentes, llamados “fosfo fosfo” por la influencer y empresaria Mariana Rodríguez; el contenido informal en redes sociales y las canciones pegajosas, son parte de una serie de símbolos que Movimiento Ciudadano impulsa en redes sociales. Lo hace para atraer a la Generación Z, aquella nacida entre 1997 y 2012. Una proporción de este grupo de edad votará por primera o segunda vez en una elección presidencial. A estos aspectos el partido los llama “movimiento fosfo fosfo” y sus candidaturas los replican.
Aspirantes de MC al Congreso, a la Presidencia o a las gubernaturas estatales han sido bautizados con la entrega de tenis “fosfo fosfo”. La analista Paula Sofía Vázquez considera que esto puede contribuir a hacer de la política un reality show.
Si la campaña gira únicamente en torno a estos elementos, sería una campaña sin sustancia. La estrategia posiblemente coloque en el mapa de la juventud a Álvarez Máynez, hasta ahora con menos popularidad que Claudia Sheinbaum o Xóchilt Gálvez, las otras candidatas presidenciales. Sin embargo, advierte, es delgada la línea entre la falta de sustancia y la jovialidad.
“Alvarez Máynez ha aprovechado bien la oportunidad, pero creo que hay una diferencia entre darte a conocer y darte a respetar. Que te conozcan no quiere decir que te valoren como político, que vayan a conocer tu propuesta política, que te vayan a considerar un candidato con credenciales necesarias para gobernar este país. Te van a conocer, no precisamente con una opinión positiva. Solo te van a conocer”, asegura la analista política. Sobre el tema, Álvarez Máynez ha declarado que es un código de comunicación de las nuevas generaciones y que el fondo se verá en su campaña electoral.
Mientras que Luis Mendoza reconoce que MC ha logrado detonar sus símbolos en la virtualidad e incluir en sus filas a quienes construyeron estos nuevos significantes. Pero, al ser el “fosfo fosfo” el eje estético de la campaña nacional del partido, sus opositores la señalan de superficial. Todos estos políticos que hoy se suben al “fosfo fosfo” son personas sin personalidad digital, que no existen en ese ámbito y, por eso, va a ser muy difícil que construyan una conexión a través de estos símbolos”.
Sin embargo, observa, aunque Álvarez Máynez se apropie del “fosfo fosfo”, será difícil que conecte con la juventud si no construye su propia personalidad digital. “No se puede decretar que un partido es joven solo diciéndolo o pareciendo joven’, señala.