La Opinión de Jael Argüelles. . . “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud”, reza el artículo 4° de la Constitución Mexicana. Pero, ¿será el derecho a la salud, adecuadamente preservado y protegido en Chihuahua? Facturas fantasmas, desvíos de recursos, compras a sobrecostos a un número limitado de proveedores, monopolio de medicinas, malos políticos encubriendo a peores políticos y un Congreso del Estado tolerando las payasadas y ocurrencias en políticas de salud pública. Esta es la lamentable realidad del actual sistema de salud chihuahuense, que destaca por tratarse de un sistema capturado por los privados. Dicha situación de corrupción sistémica contribuye a un panorama desalentador, considerando que la opacidad únicamente abona a la reducción del acceso a los servicios de salud para las y los mexicanos.
El miércoles 7 de junio del 2023 se publicó el acuerdo mediante el cual se aprobó el tabulador de servicios médicos asistenciales para el año 2023, correspondiente al Instituto Chihuahuense de Salud (ICHISAL). Este tabulador tiene precedente en una ley que aprobó la creación del mismo, en diciembre de 2022. Se trata de un tabulador que, por cierto, contempló aumentos en el costo de servicios médicos asistenciales (diagnósticos y terapéuticos), y asimismo, contiene (irónicamente) el concepto y principios de “solidaridad social” hacia la población abierta, aseverando que las “cuotas de recuperación” obedecerán siempre a la capacidad económica e ingresos de los “usuarios”.
Lo cierto es que, ICHISAL mercantiliza mezquinamente la salud y de plano “vende” consultas de psicología y ginecología a $460, consultas de urgencias a $580 y electrocardiogramas a $700 para quien padezca del infortunio de infartarse en ICHISAL. Un precio ofensivo, considerando que un electrocardiograma se cobra en servicios de imagenología privados hasta en $80.
Pero, por lo menos, los servicios de salud estatales (ICHISAL, entre ellos) gozan de sus respectivas virtudes, ¿no es así? El 80% de abastecimiento de medicamentos, asevera la gobernadora. Esto es, cuando menos, discutible. Se puede hacer, por supuesto, presunción de un 80% del abasto suponiendo que, de 100 claves de medicamentos, se cumple con el 80%. Sin embargo, ¿qué sucede si el 20% restante y faltante contempla los tratamientos más imprescindibles? ¿Qué sucede si se tiene plántago psyllium, pero no se tiene paracetamol en gotas? Un tratamiento básico al considerarse como un antipirético seguro y eficaz para la población pediátrica. Bastaría con ser un derechohabiente en ICHISAL para darte cuenta, que efectivamente, no hay, sin importar cuál sea el discurso político de la gobernadora en turno o el Secretario de Salud.
ICHISAL vacía los bolsillos de sus usuarios, carece de fármacos imprescindibles, pero, al menos no hay corrupción… ¿cierto? Pues resulta que hay numerosas irregularidades cometidas dentro de la actual administración de María Eugenia Campos Galván.
Sólo en 2022, de acuerdo con la Auditoría Superior del Estado de Chihuahua (ASE), las empresas farmacéuticas Medikamenta y Santek Health, obtuvieron una licitación pública por 180 millones de pesos presentando documentos falsos. Y, de acuerdo con el informe de la auditoría de la cuenta pública 2022, las irregularidades se encontraron en el sistema de adquisiciones del Instituto Chihuahuense de la Salud (ICHISAL).
De modo que, para ICHISAL se emitieron 7 promociones de responsabilidad administrativa, 2 informes de presunta responsabilidad administrativa y 2 denuncias de hechos, mientras que para Servicios de Salud se emitieron 4 promociones de responsabilidad administrativa. De éstas, se hizo público que los proveedores Farmacéutica Medikamente y Santek Health, no acreditaron requisitos para la contratación de acuerdo a la Ley, y además no se exigieron los pagos por no haber restituido más de 30 mil medicamentos e insumos médicos que caducaron en 2022 por más de 5 millones.
¿La lección? Un día los políticos juegan a endeudarnos a nosotros y a nuestros hijos; otro día, nos brindan la lozana promesa de embargarnos también la salud, pero, no sin antes hacer negocio con ella.