Entre el sábado 6 de enero y ayer lunes 8, Aeroméxico canceló 83 vuelos debido a la orden de la Agencia Federal de la Aviación estadounidense (FAA) de mantener en tierra los aviones B737 MAX-9 hasta que pasen por el debido proceso de revisión.
Esto, después de que uno de estos aviones, operado por Alaska Airlines, sufrió un evento de despresurización durante un vuelo, lo que obligó a la tripulación a regresar al aeropuerto de origen.
El vuelo 1282 de Alaska Airlines vivió una situación crítica el pasado sábado cuando perdió parte de su fuselaje en pleno vuelo. Según imágenes proporcionadas por algunos pasajeros, un panel de fuselaje, incluida la ventana, se desprendió poco después del despegue.
En el avión viajaban 171 pasajeros y seis miembros de la tripulación y solo estuvo en vuelo aproximadamente 35 minutos desde que despegó del aeropuerto de Portland.
Tras el incidente, Aeroméxico informó a Aristegui Noticias que las cancelaciones provocadas por la revisión obligatoria de sus unidades representaron un 5% del total de las operaciones de la aerolínea. A la par, aseguró que todos los clientes de esos 83 vuelos cancelados fueron reubicados en otro.