El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer este martes que la zona arqueológica de Huapalcalco, ubicada en el municipio deTulancingo (Hidalgo), fue objeto de vandalismo.
A través de un comunicado, se detalló que la mañana del pasado 23 de diciembre los encargados descubrieron pinturas de aerosol en el Montículo VI y en un monolito.
Estos grafitis tienen el mensaje de “Fuera Sterpone”, por lo que se presume se trató de una aparente protesta contra el delegado del INAH en Hidalgo, Osvaldo Sterpone, a quien los trabajadores sindicalizados lo acusan de abusos y acoso laboral.
Sin embargo, el INAH señaló que estos actos no solo representan una agresión a la integridad de los sitios arqueológicos, sino también una ofensa a la memoria ancestral de los pueblos originarios.
Por su parte, Alejandro Aldana, de la asociación civil Niebla y Tiempo A.C., expresó su indignación ante el vandalismo que perjudica a este patrimonio cultural al ser un enclave con antigüedad de más de 14 mil años, basándose en hallazgos de la prehistoriadora Cynthia Irwin-Williams, quien encontró evidencia que data del horizonte Cenolítico Inferior, uno de los tiempos más antiguos de presencia humana en la región.
Por ello, se ha iniciado procedimientos penales y administrativos para determinar responsabilidades, en línea con lo estipulado por la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
En caso de identificar y probar la culpabilidad de los autores, podrían enfrentar multas económicas de hasta 50 mil pesos.
El INAH también hizo un llamado a la población para colaborar en la preservación de la zona y evitar futuros actos vandálicos.
Cabe mencionar que el área afectada había sido designada como zona de monumentos arqueológicos apenas en junio pasado.
El conflicto laboral entre el personal del Instituto y su delegado estatal había escalado previamente con denuncias de malas prácticas administrativas. Las manifestaciones pacíficas, que incluyeron la colocación de mantas, precedieron a la aparición de los grafitis, pero el organismo sindical asegura que se tomaron medidas para no dañar las estructuras durante dichas protestas.
El caso de Huapalcalco resalta las continuas tensiones entre la administración de espacios patrimoniales y las condiciones laborales de quienes trabajan para su salvaguarda.