El estudiante de la Universidad Tecnológica Paso del Norte (UTPN), Luis Ignacio Cortés Castro, diseñó una máquina para convertir las botellas de plástico en filamento para las impresoras 3D.
A Luis Ignacio el proyecto le sirvió para obtener una calificación en la asignatura Integradora I, mientras que al Centro de Inteligencia Artificial (CIA) de Ciudad Juárez le ayudará para certificarse en Europa.
Todo comenzó cuando el joven universitario acudía a pie hacia la universidad y en el camino se dio cuenta de la gran cantidad de botellas de plástico tiradas en la calle como basura.
Pensó que tenía que hacer algo para contribuir con el reciclaje de este material, por lo que se le ocurrió el proyecto de una máquina que le permitiera colaborar con el cuidado del medio ambiente y al mismo tiempo proveer de este material a la Universidad.
Su trabajo fue expuesto durante la asignatura Integradora I, que se maneja en la carrera de Mecatrónica, y tras haber sido exhibido en redes sociales por parte del Departamento de Prensa de la UTPN, el proyecto fue visto por el CIA de Ciudad Juárez.
El personal de este organismo se puso en contacto con directivos de la Universidad Tecnológica Paso del Norte, para usar este prototipo como el proyecto que los podría certificar en el tema de reciclaje en Europa.
Luis Ignacio aseguró que gracias a la participación de sus maestros y de compañeros que se integraron al equipo paulatinamente perfeccionó el prototipo, que consiste en ingresar la botella de plástico a un sistema de navajas, que son activadas por motores, hasta disminuir la pieza completa a una larga tira.
Agregó que de acuerdo al grosor de la botella, el equipo se programa a una temperatura de 180 grados centígrados para que el corte sea fluido. Posterior a ello, se le da un segundo tratamiento para que el cordón inicial tenga las dimensiones que las impresoras 3D requieren.
El estudiante detalló que la máquina cuenta con una placa Arduino (placas de desarrollo de hardware para construir dispositivos) y una interfaz, con las que se envían impulsos a un transistor y activa un relevador, lo que permite controlar mejor el proceso.