El presidente en funciones del gobierno español, Pedro Sánchez, fue reelegido este jueves en una votación en el Congreso de los Diputados.
La votación se celebró tras casi dos días de debate entre los líderes de los partidos que se centraron casi por entero en el controversial pacto de amnistía a separatistas catalanes, que Sánchez aceptó a cambio de su crucial apoyo para ser reelegido como presidente del gobierno.
Sánchez obtuvo los votos de 179 legisladores en la cámara de 350 escaños, lo que le permitía formar otro gobierno de coalición en minoría con el grupo de izquierdas Sumar. Sólo diputados conservadores votaron en su contra.
Las inconcluyentes elecciones nacionales españolas del 23 de julio dejaron un parlamento muy dividido. El Partido Popular, de centroderecha, fue el más votado pero no consiguió suficiente apoyo en el parlamento para formar un gobierno debido a sus alianzas con el partido de ultraderecha Vox.
Los socialistas terminaron segundos con 121 escaños en la cámara de 350 puestos, pero lograron el apoyo de seis partidos más pequeños tras llegar a una serie de acuerdos.
Estaba por ver que Sánchez pudiera conservar ese apoyo durante los próximos cuatro años.
El acuerdo de amnistía que firmaron los socialistas de Sánchez con dos partidos separatistas catalanes, que suman 14 parlamentarios, eximiría a cientos de independentistas catalanes que se veían en problemas legales tras el intento ilegal de secesión de la región en 2017, que desencadenó la mayor crisis en España en varias décadas.
La ley de amnistía beneficiaría al expresidente regional de Cataluña Carles Puigdemont, que está prófugo de la justicia española y es considerado como el enemigo público número uno por muchos españoles.
Pese a las discrepancias latentes, los dos partidos catalanes y otros dos vascos habían dicho que apoyarían a Sánchez el jueves, aunque le hicieron saber que debía cumplir los acuerdos económicos y políticos alcanzados con cada uno de ellos.
La propuesta provocó protestas callejeras respaldadas por el PP y Vox, que acusan a Sánchez de traicionar a la nación para mantenerse en el poder. Las protestas ante la sede del Partido Socialista en Madrid se tornaron violentas la semana pasada y de nuevo el miércoles por la noche.