REPORTERO1 
Elementos de la Policía de Investigación (PDI) de la Fiscalía capitalina, detuvieron la noche de sábado a Rodolfo Rodríguez, señalado por las autoridades como el autor intelectual de feminicidio de Blanca Paulina; el sospechoso era el suegro de la víctima quien este mismo año -dos meses antes de su muerte, denunció a su agresor- como el responsable de violarla y amenazarla, la Fiscalía de Delitos Sexuales nunca atendió su caso.
El feminicidio de Blanca Paulina, ocurrido el 23 de mayo del presente año, en la alcaldía Azcapotzalco. La víctima posiblemente había recibido diversas amenazas de muerte por parte del imputado, quien era su suegro, consta en la carpeta de investigación del caso que Rodolfo Rodríguez habría contratado a dos personas para agredir a la mujer al llegar a su domicilio a quienes, según revelaron los agresores, les pagaron 5 mil pesos a cada uno por “el trabajo”.
El pasado 23 de mayo, Blanca Paulina ‘N’ fue víctima de feminicidio en calles de la colonia Cosmopolita de la alcaldía Azcapotzalco. El feminicidio quedó grabado en una cámara de vigilancia ubicada sobre la Avenida Ceylán, en la imagen se muestra el momento en que un sujeto se acercó y disparó en contra de la mujer que iba con su pequeña hija de 5 años, quien también fue alcanzada por una bala.
A pesar de los cinco balazos que recibió, Blanca Paulina no murió en el instante, alcanzó a llegar a un hospital donde señaló que el sujeto que le disparó le dijo que… “Le mandaba saludos el señor Rodolfo”.
Blanca Paulina de 41 años era acosada por su suegro, vecinos aseguraron que incluso el sujeto de nombre Rodolfo mandó a encerrar a su hijo (esposo de Blanca) porque le estorbaba. La víctima ya había denunciado tiempo atrás a su suegro por abuso sexual, físico, emocional y acoso. Los vecinos sabían que la acosaba constantemente.
Apenas en marzo pasado, Blanca volvió a denunciar al sujeto Rodolfo ‘N’, en esa ocasión porque dijo que amenazaba con matarla.
Los presuntos sicarios, esperaron por más de una hora a Blanca Paulina, se supo que el sujeto que accionó el arma no iba solo, en un taxi estacionado en la calle Mayorca lo esperaban dos cómplices, una mujer y un hombre.
La mamá de cuatro hijos era una persona tranquila, trabajadora, que se dedicaba a su familia y no se metía con nadie, señalaron los vecinos.
Su hija pequeña que presenció el ataque gritaba desesperada y decía que a su mamá le habían hecho unos hoyos. La niña también fue atendida por personal médico ya que recibió un balazo en la pierna.
