Alrededor de 800 campesinos de 43 comunidades de los municipios de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo se levantaron en armas contra presuntos integrantes de la organización criminal La familia michoacana, que el jueves pasado comenzaron a atacar el poblado de Linda Vista, en la región Tierra Caliente de Guerrero.
En una de las agresiones armadas murió el ex comisario municipal Hugo Cortés Barragán. Autoridades de la localidad afirmaron que la supuesta disputa por el territorio encabezada por La familia michoacana tiene que ver más bien con el tráfico de madera y proyectos mineros, así como con el agua que hay en esta zona de la Sierra Madre del Sur.
El sábado, en un comunicado, comisarios de 67 pueblos de los municipios de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo, pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador ayuda.
“Sólo le decimos que evite una guerra civil, porque nosotros como pueblos vamos a responder, y vamos a tener que defendernos, y el derramamiento de sangre a nadie nos conviene”.
La corresponsalía de La Jornada realizó un recorrido, junto con agricultores armados, por las desoladas calles de Linda Vista. Desde el pueblo Toro Muerto, pasando por Cruz de Ocote, Puerto del Chichalaco y Agua Escondida, se observaron casas vacías.
Relataron que en cuanto comenzaron los ataques de La familia michoacana dio inicio la llegada de contingentes provenientes de comunidades aledañas.
“El acuerdo es que la mayoría de los habitantes de localidades vecinas se traslade a Linda Vista, pero sin descuidar sus poblados; tenemos gente apostada en los cerros, y en los cuatro accesos a nuestra localidad”, expusieron los labriegos.
Un campesino aseguró que el sábado fueron arrojadas contra Linda Vista cuatro bombas caseras lanzadas con drones, que “por fortuna cayeron afuera del pueblo, pero toda la gente corrió cuando se oyeron los ‘truenos’ (estallidos)”.
La incursión de criminales armados a la región provocó la salida de maestros y médicos en la mayoría de las demarcaciones contiguas, y la suspensión del programa Sembrando Vida.
“Desde el jueves se fueron todos y desde ese día, niños, mujeres y los adultos mayores dormimos aquí en el curato de la iglesia pero no cabemos, somos cerca de 500 personas en total”, explicaron.
Angélica Barragán, una de las amas de casa refugiadas en el curato, pidió apoyo al presidente López Obrador y a la gobernadora morenista Evelyn Salgado Pineda, quien “sólo vino a la zona cuando andaba pidiendo el voto; a veces no podemos ni hacer la comida por el temor a que venga esa gente (los delincuentes)”.
Antes del recorrido el comisario municipal Juan Nazario y Eudocio Barragán, líder de la localidad, encabezaron una conferencia de prensa. Ahí recordaron que “desde el jueves a las 3 de la tarde llegaron los de La familia michoacana a quitarnos la tranquilidad”.
Desde ese día, agregó, “no han cesado las balaceras; incluso en este momento (13:30 horas del domingo), no se escuchan de aquí los disparos, pero hay tiroteos a un kilómetro de distancia, aquí cerca a orillas del pueblo.
Las agresiones han cobrado varias vidas, lamentó Barragán: “ayer enterramos al ex comisario Hugo Cortés Barragán; se habla de 200 a 300 delincuentes los que están atacando el pueblo; desde que se iniciaron los enfrentamientos nos han lanzado bombas y ya hay desplazados”.
Agregó que “al vecino poblado de Toro Muerto llegaron 30 personas, y de nuestras comunidades se han ido habitantes a municipios de la Costa Grande y a otras localidades cercanas”.
Reprochó: “de las autoridades no hemos tenido apoyo, a pesar de que saben lo que está pasando, ya le pedimos por escrito ayudaal presidente López Obrador, aquí en estos pueblos todos votamos por él.