REPORTERO2 
Ya nos preocupó que la vejez del feudal del Partido del Trabajo en Chihuahua, Rubén Aguilar, lo esté haciendo desvariar. Pues ahora resulta que amenaza con una fractura a la alianza local con Morena en Chihuahua, tras la salida de la diputada Jael Arguelles del PT y su unión al partido guinda.
¿Acaso se le olvida que el PT trabajaba conforme a los billetes que del Palacio del Gobierno del Estado le llegaban?
Debemos recordar que, aunque el Partido del Trabajo en Chihuahua llegó a ocupar una diputación en el Congreso del Estado, fue gracias a los votos de Morena, pues para muchos de los seguidores de la Cuarta Transformación, su alianza al PT en lo local fue un peso que debieron cargar. No sumaron votos al contrario, les restaron.
Deyanira Ozaeta logró la diputación gracias a los votos de Morena, no a los del PT. Y eso es fácil de comprobarlo solo con ver los resultados de la página del INE en las pasadas elecciones locales de 2021.
Sin embargo, gracias a las alianzas federales obtuvieron ese cargo, cargo al que los Aguilar le exprimieron todo el dinero posible. Dentro de las filas del Partido del Trabajo se menciona que a todo aquel que no sea un Aguilar y ocupe un cargo de elección popular debe pasar la mitad de su sueldo a los bolsillos de don Rubén. Esto incluye diputados, presidentes municipales y regidores.
Así mismo, en el Congreso del Estado los acuerdos que sostiene don Rubén y su hija América Aguilar es que el dinero de los asesores de la diputada Ozaeta se pasarán directamente a las cuentas del Partido del Trabajo y serían ellos quienes ya después de una reducción del más del 50 por ciento pagaban a los asesores, eso sí, el dinero ya debía pasarse con sus previas declaraciones al SAT, es decir, que si el sueldo con compensaciones de un asesor rondaba en los 20 mil pesos mensuales, ya con el robo, perdón, cuota del Partido del Trabajo ese asesor recibía unos 9 mil pesos y ante el SAT se refleja como que recibe los 20 mil.
Esto sin mencionar los fajos de billetes que esta diputación representaba para el Partido del Trabajo pues en más de una ocasión arreglaron con la gobernadora panista, Maru Campos, el sentido del voto de la diputada Ozaeta, siempre a cambio de una no módica suma.
O así se presume por lo menos al interior de Congreso del Estado de Chihuahua. Acciones similares que hacen con cualquier puesto que ocupen los representantes del Partido del Trabajo en los municipios.
Se dice que la diputada Ozaeta renunció al puesto, víctima del acoso y hostigamiento de los Aguilar, en cambio, nombraron a su media hermana diputada, Jael Argüelles. Pensaron que por su poca edad sería más fácil de meterle presión.
Sin embargo, Argüelles dio la sorpresa desde el primer momento en que pisó el Congreso del Estado, se enfrentaba de forma directa a sus homólogos panistas y se podía observar una clara inclinación hacia la bancada de Morena.
Así mismo, debemos recordar que el Partido del Trabajo a nivel nacional tiene su corcholata; Gerardo Fernández Noroña, sin embargo, Argüelles mostró su apoyo por la ex jefa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
La ruptura con el Partido del Trabajo estaba más que clara.
Tras la salida de la diputada Argüelles del Partido del Trabajo y su incorporación a las filas de Morena, Rubén Aguilar tomó esto como una afrenta en su contra y amenazo, con que esta acción de Morena en Chihuahua pondrá en riesgo la alianza local.
Será burla o sarcasmo, pero los seguidores de la Cuarta Transformación, con las declaraciones de Rubén Aguilar, se muestran felices de quitarse ese peso de encima y piden que así sea, que la ruptura sea un hecho.
