Pues resulta y resalta que en la tierra de Juan Gabriel anda muy dura la grilla entre inmobiliarias, de ésas que compran casas vandalizadas u ocupadas, para luego venderlas y, dicen las malas lenguas que es un buen negocio. . . .
Tan buen negocio que hay varias personas que se escudan bajo la bandera de protectores de familias que no tienen casas y tienen un modus operandi para obtener dinero por medio de estas inmobiliarias. . .
El asunto es así: incitan a familias con necesidades de buscar hogar y de bajos recursos a invadir casas que se encuentran abandonadas ya sea por deudas con el banco o porque sencillamente al comprador no le gustó la zona donde está la casa que compró y la abandonó a su suerte. . .
Ahí es donde surgen dichas inmobiliarias y el contacto con grupos de choque. Los líderes sociales, grupos de choque, políticos y demás fauna dedicada esas actividades, ofrecen sus servicios a dichas inmobiliarias, para sacar a los ocupantes y posteriormente las inmobiliarias subcontratan a quienes se dedican a rehabilitar las casas en malas condiciones y, a continuación, contratan a vendedores que ofertan los inmuebles. . .
¿Cómo estarán las ganancias que un vendedor de casas puede obtener, según el costo de la vivienda, de entre 30 a 60 mil pesos de comisión por venta? ¿Cuánto ganarán los líderes sociales que incitan a invadir viviendas y cuánto se llevan, por debajo del agua, los grupos de choque que sacan a los invasores? El negocio es redondo. . .
En Juárez se ubican varias inmobiliarias tales como Sumeria, Gutza, Orta, entre otras más, pero la que se deja caer la greña, dicen los quejosos dueños de inmobiliarias que no obtienen las montañas de dinero que sí logra Irkon, de quien se afirma que usa contactos por donde sea, léase diputados, líderes sociales y demás especímenes, pero resulta que hay un fuerte rumor que indica que les ha quedado mal a sus proveedores de servicios por más de 60 milloncitos que se han perdido vaya usted a saber en qué bolsillos, algo que tiene muy pero muy molesto al diputado Gustavo de la Rosa, mejor conocido como el “Pichu de la Rosa”. . .
Y no vaya usted a pensar algo malo, como que el diputado, tío del delegado Juan Carlos Loera, se dedique a promover invasiones de viviendas pa sacar rajada política y económica. Una versión dice que le deben y la otra, que su indignación es netamente social y altruista. El punto es que habrá que esperar qué tan caliente se pone el tema como con Ruba en Chihuahua Capital. . .