REPORTERO1 
Poco antes de la medianoche del 4 de junio, los resultados preliminares en las elecciones de Coahuila y el Estado de México mostraron una clara tendencia en favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el primer caso, y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en el segundo.
Con tal panorama, la hegemonía del partido tricolor en el Edomex llegó a su fin, pero se mantendrá en Coahuila, el único estado que ha gobernado de manera ininterrumpida.
Y aunque estas elecciones representaron un duro golpe al PRI, debido a que perdió uno de sus dos últimos bastiones, hay otro partido que se vio duramente afectado tras la jornada electoral.
Se trata del Partido Acción Nacional (PAN), considerado como una de las principales fuerzas opositoras a Morena a nivel nacional.
Y aunque el PAN se coló en la victoria de Coahuila mediante su alianza con el PRI y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el porcentaje de sufragios que registró de manera independiente fue sumamente bajo.
Al norte del país, el blanquiazul recibió menos del 7% de los votos, pues apenas poco más de 88 mil ciudadanos marcaron su casilla en las boletas, una cifra menor a la mitad de la que consiguió el Partido del Trabajo (PT).
Si recordamos los comicios de 2017 en el mismo estado, que le dieron la victoria a Miguel Ángel Riquelme Solis, el PAN tuvo una presencia mucho más notoria, pues su candidato, José Guillermo Anaya Llamas, obtuvo 452 mil 31 sufragios, equivalente a 36,4% del total.
Es decir, en 2017, el PAN (y la alianza que encabezaba) recabó casi los mismos votos que Morena y el PT juntos en esta elección.
Respecto al Estado de México, en palabras de la periodista Fernanda Caso, “la derrota del PAN es más simbólica que numérica”, pues a pesar de ser considerado el principal partido de oposición actualmente, “cedió la candidatura en el estado más importante [y más poblado] del país”.
Tal decisión habría sido una oportunidad perdida para Acción Nacional, pues no hubo continuidad al aparente avance que presumió en las elecciones locales de 2021, en las que logró quedarse con 20 presidencias municipales y recibió un importante apoyo ciudadano en el llamado “corredor azul”.
Con este panorama, al partido encabezado por Marko Cortés únicamente le queda esperar a las elecciones de 2024 que, además de definir a la persona sucesora de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), representarán la renovación de nueve gubernaturas: la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Tras la derrota en el Edomex, el líder del PAN agradeció a la candidata de la coalición, Alejandra del Moral, “por una gran campaña con buenas propuestas” y reconoció la necesidad de tener una mayor participación en su favor.
A Manolo Jiménez, el futuro gobernador de Coahuila, Cortés Mendoza le dirigió un mensaje de apoyo y reconocimiento por su colaboración con la alianza.
“¡Muchas felicidades @manolojim por este triunfo y formar el mejor proyecto para Coahuila! Estoy seguro que vienen grandes cosas para el estado. Gracias a todos por el equipo, por sabernos sumar en los hechos y lograr juntos este resultado”, fueron las palabras que el líder panista compartió vía redes sociales.
