¡Imagina llegar de Nueva York a Londres en menos de una hora! Es el sueño de todo viajero que se permita un trayecto de lujo a bordo de un “avión espacial”. La Agencia Espacial Británica acaba de revelar sus planes para desarrollar una nave de alta tecnología capaz de cruzar el charco a la velocidad del rayo. Este avión espacial hipersónico podría surcar los cielos en 2030.
Graham Turnock, Director General de la Agencia Espacial Británica, anunció que el Reino Unido colaborará con Australia en un proyecto “pionero en el mundo sobre el puente espacial”.
Este consiste en la creación de un avión capaz de transportar pasajeros de un continente a otro en sólo cuatro horas. En promedio, esto haría que un viaje de la Gran Manzana a la capital inglesa dure poco más de 60 minutos.
Este avión sería un nuevo motor hipersónico de nombre SABRE (Synergetic Air-Breathing Rocket Engine), que los científicos de Reaction Engines están desarrollando actualmente. Su combustible es una combinación de hidrógeno y oxígeno capaz de propulsar un avión a Mach 5,4 (4.000 mph) para viajes comerciales a gran velocidad. Esto equivale a unas cinco veces la velocidad del sonido, o a Mach 25 (19.000 mph), para volar en el espacio.
Además, esta nueva tecnología es más ecológica y barata que el transporte aéreo actual, lo cual tiene grandes ventajas para el medio ambiente.
Viajar tan rápido puede hacer que el propio motor se funda, por ello es que uno de los retos de los vuelos hipersónicos es garantizar que esta pieza pueda soportar el calor. Esto no sería un problema para SABRE, ya que tiene la capacidad de enfriar el aire entrante con diminutos tubos de helio superenfriado. Luego utiliza ese calor capturado para alimentar el motor.
“Nuestro preenfriador toma el aire que llega a 1.000 grados centígrados y lo enfría hasta cero en una vigésima de segundo”, explica Shaun Driscoll, de Reaction Engines.
En abril, Reaction Engines anunció el éxito de las pruebas de un preenfriador que simula condiciones a Mach 3,3, lo cual equivale un 50% más rápido que el turborreactor supersónico Concorde.
Esta aeronave hacía el trayecto entre Nueva York y París en 3,5 horas, pero se interrumpió en 2003 tras un lamentable accidente en el que murieron 109 personas. SABRE también está a la altura del Lockheed SR-71 Blackbird, el avión a reacción más rápido jamás fabricado.